BERLÍN (DPA).- La mayoría de los habitantes de las grandes ciudades del mundo le teme a la estrechez que se vive cada vez más en sus urbes, según un estudio de la empresa francesa Veolia.
Un 57 por ciento de los encuestados en 14 metrópolis cree que la llegada de más personas sería negativo.
Sin embargo, la mayoría está aún satisfecha con las partes positivas de vivir en una gran ciudad, sobre todo por la oferta de cultura, deportes y otras actividades de tiempo libre, así como con las infraestructuras de transporte.
Para el estudio se entrevistó a fines de 2007 a los residentes de 14 urbes acerca de sus sensaciones subjetivas sobre la vida y las posibilidades de futuro. Las ciudades elegidas fueron Alejandría, Berlín, Chicago, Londres, Los Ángeles, Lyon, Ciudad de México, Nueva York, París, Pekín, Praga, Shanghai, Sydney y Tokio. Para la inmensa mayoría de los encuestados (un 86 por ciento), su ciudad natal trajo más imágenes positivas que negativas.
De cara al futuro, sin embargo, muchos temen que la situación se vuelva insostenible por las aglomeraciones, el caos de tránsito, el estrés, los contactos sociales superficiales, el coste de la vida y la inseguridad.
De Londres, Lyon, Nueva York y París, sus habitantes aprecian el ambiente cosmopolita, la arquitectura, la oferta de actividades para el tiempo libre y la buena infraestructura de transportes. Critican las aglomeraciones, la suciedad, el estrés, los embotellamientos y el ruido. En Chicago, Los Ángeles y Sydney, los residentes son optimistas y quieren criar allí a sus hijos. No se habla del estrés y la mayor preocupación son los embotellamientos.
Eso cambia en Pekín y Shanghai, aunque sus habitantes están orgullosos de vivir allí y en gran medida muestran el mismo dinamismo económico que sus ciudades. Critican sin embargo los embotellamientos y la contaminación ambiental.
Los residentes de Alejandría, Berlín y Praga elogian las posibilidades de salir, las fiestas y el contacto con otras personas. También el movimiento cultural y la oferta deportiva. Las desventajas típicas urbanas como la congestión de tráfico forman parte del ser de estas ciudades.
En Tokio, echan de menos sobre todo la falta de calor humano y la soledad, pero la que sale peor parada es Ciudad de México.
La dinámica económica y las ofertas cultural y deportiva son apreciadas, pero en general domina una posición negativa de los residentes hacia su ciudad, sobre todo por la inseguridad y la constante expansión de la urbe. Según un informe de Naciones Unidas, la urbanización del mundo ya no es reversible.
Por primera vez en la historia de la humanidad, a fines de este año la mitad de los habitantes del mundo (3.400 millones de personas) vivirán en ciudades.