"Todos los gestos de mi cuerpo y mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral."
Alejandra Pizarnik
Me retrato sumergida en una naturaleza recreada, intento unirme a la tierra y al cielo por medio de un reflejo, como una mimesis que enaltece aquello que imita. Me invento en fotografías como una figura coronada de pájaros, crecida de un agua que alimenta a peces y hasta he tenido cuerpo de enredadera como una mujer en constante mutación, ser que genera vida en un despertar o florecer, que deviene en frutos o semillas".
"Mis creaciones son elementos gestuales o simbólicos de una relación con el entorno: rodeada de la naturaleza, espacio de donde surgen las metáforas que me visten, o de pie, frente a grandes edificios que cubren esa tierra y ese cielo, adornada de mis pequeñas construcciones de materiales frágiles. Sostengo ramas de plástico o flores de tela, que recuerdan a las verdaderas, esas que están lejanas, las mismas que en este ritual son adoradas".
"En el 2006 me mudé a Buenos Aires desde Roca, Río Negro, donde estudié en el IUPA. Ahora realizo el Seminario de Equivalencias Universitarias del IUNA (Instituto Universitario Nacional del Arte). Además estoy haciendo una especialización en fotografía. El año pasado cursé un taller dictado por los fotógrafos Nicolás Trombetta y Laura Ortego. Actualmente utilizo técnicas digitales para realizar mis obras, ya que es una manera de unir el dibujo, la pintura y el collage con la fotografía, distintas técnicas de mi formación. También trabajo en el área audiovisual, utilizando video y animación, dándole movimiento a las fotografías y dibujos".
"Crecí en un lugar rodeada de naturaleza y tranquilidad, veo las plantas, sus verdes y amarillos, las estrellas y sus reflejos en el agua, y encuentro en esa belleza respuestas a mis preguntas; es mi refugio en este mundo que a veces siento no comprender.
Desde muy chica mi juego preferido era el de coser muñequitos de trapo y una especie de pequeños tapices para regalarlos cuando quería decir algo. Desde ese entonces, todos mis intentos de comunicarme por medio de imágenes tienen que ver con esto... así el mundo vegetal y lo mágico del cielo se ha convertido en personajes recurrentes de mis obras. Me he pintado a mi misma como "La enamorada del muro": Me muestro mezclada con el aire y con cuerpo de enredadera como quien se aferra a lo que ama para sostenerse. Entonces así encuentro una forma más de describirme como una eterna enamorada de la vida".
HORACIO LARA
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