El vidrio es un material que es usado desde hace milenios, con la particularidad de que siendo uno de los más viejos fabricados por el hombre aún continúa afectando la vida presente y, vaya paradoja, hasta su nombre todavía no sería el más indicado como se verá más adelante. Por sus características intrínsecas como la brillantez, resistencia al uso, transparencia, entre otras, el vidrio es un material difícilmente sustituible en la mayoría de sus aplicaciones.
El gran protagonismo que adquirió el vidrio en la arquitectura de la segunda mitad del siglo pasado y la buena situación actual del mercado han sido, sin lugar a dudas, el mejor incentivo para que los fabricantes delinearan sus estrategias para una demanda con mayores niveles de performance y sofisticación.
Ahorro de energía, control del ruido en las ciudades, la seguridad y protección son, entre otros, aspectos cuyo protagonismo es cada vez más importante en los programas de necesidades de los usuarios, y en las especificaciones de vidrio para los edificios.
La industria del vidrio tuvo en los últimos 100 años un desarrollo muy importante, desde el objetivo inicial de producir un vidrio lo más transparente posible, sin ningún tipo de manchas.
Luego se dispuso a fabricar un vidrio que no produjera distorsiones, proceso que funcionó durante gran parte del siglo pasado; era el de fabricación por vidrio estirado, que se manufacturaba pasando a través de rodillos, que a su vez producían una falta de paralelismo en las caras del vidrio, hasta la aparición en nuestro país del proceso Float a fines de los ochenta.
El siguiente paso fue producir vidrios aislantes, ya que el aislamiento térmico que produce una masa de 5 o 6 milímetros no es suficiente para las pérdidas o ganancias de calor de una construcción.
La respuesta fue el doble vidriado hermético que empezó a evolucionar de manera importante en la década del ´70 con la crisis del petróleo en Europa, y en nuestro país hoy tiene una demanda creciente.
Otro logro de los fabricantes fueron los vidrios de seguridad, los templados y laminados que en el mundo empezaron a desarrollarse a fines de la década del ´50. Y no se puede dejar de mencionar también la
producción de vidrios que permiten filtrar el ingreso de calor solar radiante que actualmente están representados por los denominados reflectivos
Aunque el avance más reciente de los últimos años en Europa y ahora disponible en el mercado nacional son los vidrios autolimpiantes, que se ensucian muchísimo menos ya que con un simple chorro de agua de lluvia se elimina la suciedad rápidamente.
Para aumentar las condiciones de seguridad se lanzó al mercado el producto "No-Bar"", consistente en un sistema de anclaje mecánico que es un reemplazante de rejas totalmente transparente.
Como el punto débil de una ventana es el vidrio, se le coloca un laminado anclado a través de perfiles que lo agarran con dientes metálicos y están sujetados al marco existente.
El anclaje maximiza la resistencia del film. Siendo los perfiles flexibles y absorbentes de vibraciones, aseguran que el sistema resiste impactos repetidos, evitando el desprendimiento del paño de vidrio del marco y generando demora prolongada frente a un intento de ingreso forzado, ofreciendo protección sin alterar el diseño de la fachada y la estética del edificio.
Fuente consultada: CAVIPLAN Cámara del Vidrio Plano y sus Manufacturas de Argentina