Es artista, creador y diseñador de Maria da Fe, en Brasil, cuna natal desde donde exporta sus productos a las mejores tiendas design del mundo.
De hecho, hoy, en París hay una exhibición de todos sus productos que transmiten su apasionamiento y compromiso con su comunidad local: "su preservación y su paisaje natural son mis temas, siempre", afirma Domingo Tótora.
Cuenta que su filosofía de vida y laboral se rigen por los principios de sustentabilidad y renovabilidad de los ciclos orgánicos.
Por ello, en 1998 reunió a artesanos locales en una cooperativa conocida como "Gente de fibra" que manufacturan las piezas que él diseña. A través de esta organización ha ayudado a transformar la economía de base agraria en una que rescata las habilidades y talentos de los artesanos locales.
Cada producto es hecho a mano en un proceso armonioso y colectivo, afirma.
"Nuestros objetos -que no son deco sino de utilización cotidiana- preservan las curvas y ondanadas de nuestras plantaciones y mar; son un océano de texturas, sombras y luces requiere la imaginación del hombre y de la que ya tiene la naturaleza", convence Domingos, quien es un diseñador para registrar y agendar -por su talento y la recuperación que él hace de su gente y entorno-.