Uno de los inconvenientes con los que se tropieza cuando se quiere plantar un cerco verde en una vivienda o chacra, es el tema de la especie a elegir no solamente por su altura, como vimos en notas anteriores, sino por las condiciones de iluminación. Hay plantas que crecen muy bien a pleno sol, otras que lo hacen mejor a media sombra e incluso sombra y otras a las que "ni fu, ni fa" ... les da lo mismo, aunque sean las menos numerosas.
En países del Hemisferio Norte, donde está nublado o lloviendo el 60% del año y el 40% restante aunque soleado el sol brilla con menos intensidad que en nuestra Patagonia, se hace mucho hincapié no sólo en el detalle de la elección de las especies y variedades sino también en la forma de la poda. En esas latitudes nórdicas, los cercos se podan en forma de pirámides truncadas. o sea con la base más ancha que la parte superior.
Con ese tipo de poda se logra que la luz solar ilumine toda la estructura del cerco, lo que no sucedería si las paredes fueran perfectamete verticales pues la parte superior sombrearía a la inferior. Si ustedes son observadores, verán que eso se tiene en cuenta en las plantaciones en espaldera de nuestro Valle, en donde la distancia entre filas es proporcional a la altura de esa espaldera, para evitar que una fila sombree a la otra y le quite capacidad de formar fruta de buena calidad.
En nuestros jardines, aunque es recomendable adoptar este tipo de poda, especialmente cuando el cerco supera los 3 metros de altura, no se verán perjuicios serios en su densidad si son más bajos. La alta luminosidad que nos caracteriza disimula estos defectos.
COLOR Y FRUTOS
Si el lugar para establecer nuestro cerco recibe sol la mayor parte del día, es muy amplia la diversidad de especies y variedades que podemos plantar. Los lugares con mucho sol en ambos lados de la pared verde permiten el uso de arbustos de flor y de hojas de color rojizo o rojo.
Por ejemplo, un cerco realizado con "limpiatubos", de los cuales el más habitual es el Callistemo citrinus, de inflorescencias rojas a lo largo de las ramas del año, va a tener una buena floración a fines de la primavera e incluso repetirla a fines del verano. En cambio si se lo plantara en un lugar de media sombra prolongada no florecerá y si el sitio fuera con sombra densa no podrá sobrevivir por mucho tiempo. Para ejemplificar con imágenes, les muestro un cerco realizado con Berberis atropurpurea en Roca, sobre la avenida de ingreso a la ciudad. Es un hermoso cerco apoyado sobre un enrejado y tiene ya por lo menos quince años ... ese es por lo menos el tiempo que lo vengo observando.
En la foto 1 se observa la parte a pleno sol. Obsérvese el rojo intenso de su follaje durante todo el año, que está acompañado por pequeños frutos alargados también de color rojo durante gran parte del verano hasta que los pájaros se los comen una vez maduros.
En contraposición, en la foto 2 se puede ver el mismo cerco pero en la otra mitad que está a la sombra de unos olmos. El color es verde, no florece y por ende no produce frutos ... y si mira bien, al fondo podrá observar la porción soleada y la diferencia en el color.
Otro dato que considero interesante es observar el efecto del frío en la coloración de algunos arbustos, aunque estén a pleno sol como los evónimos (Euonimos japonicos) que rodean al Monumento a la Manzana de Roca (fotos 3 y 4). El frío degrada la clorofila de sus hojas y aparece el color de los pigmentos amarronados de fondo ... los acompañan otros que han conservado la clorofila y por ende el verde en sus follajes, atribuible posiblemente a ciertas condiciones del suelo en ese sector, difíciles de determinar, al menos a simple vista. Este evónimo es de hoja perenne e ideal para formar setos. Esta variedad alcanza hasta los 2,50 metros, sus hojas ovaladas tienen aspecto coriáceo de color verde intenso, crece muy bien a pleno sol y tolera bien la sombra.
TEODORICO HILDEBRANDT
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