Hace un año casi exactamente, en el contexto de una poda indiscriminada y sin sentido realizada en General Roca (foto superior), me ocupaba especialmente de los olmos ubicados en avenida Roca e Isidro Lobo, frente al Monumento a la Manzana. Dije en la edición del 5 de agosto de 2007: “Ahora empezarán los problemas. Estos olmos fueron mutilados por personal municipal, con el argumento de que los frentistas lo pidieron. Si se pensó que con esto se soluciona algo, a mi entender se equivocaron de lado a lado, porque las ramas gruesas ya habían sobrepasado los cables y no ofrecían riesgos. Ahora, de cada muñón cabe esperar una brotación descontrolada de chupones que -ahora sí- entrarán en litigio con los cables y además quitarán luz al edificio. El final anunciado va a ser la extracción, algo que hubiera sido preferible desde el principio ... justamente por ser olmos, condenados a desaparecer por decreto”.
El pronóstico se cumplió y el sábado 2 de agosto último, a la tarde, de estos olmos quedó lo que se puede advertir en la foto de abajo ... nada. “Fuiste”, como se dice popularmente.
¿Y AHORA QUÈ?
La pregunta obligada es “y ahora qué”. No quiero aquí hacer una defensa de una especie que por decreto tiene sentencia de desaparición tanto en Roca como en otras ciudades del Valle.
Deberemos “digerir” con pena su extracción indiscriminada, pero lo que realmente preocupa es saber con qué se los pretende reemplazar, porque lo “normal” suelen ser los fresnos americanos, que a la corta o a la larga repiten el problema. Al costado del municipio la extracción de otros olmos se reemplazó con “crespones” (Lagerstroemia indica), de poco crecimiento pero hermosa floración y troncos que se asemejan a los del arrayán, lo que -a priori- les aseguraría una larga vida ... nada de poda y poca sombra, pero en ese lugar va a alcanzar.
Lo que va a ser bastante más difícil es dar sombra al edificio cubierto por los olmos extraídos. El reemplazo por aromos no parece apropiado, por su corta vida.
De elegirse el tilo auguro problemas porque, al igual que con los plátanos no va a faltar quien lo rechace porque el aroma de sus flores es intenso y no a todos les “piache”. En realidad el tilo es de por sí “difícil” y se lo acusa de provocar alergias, al igual que en el caso del plátano, acusación errónea, pues según un estudio realizado por la doctora Laura Vega, reconocida investigadora de Neuquén capital, las alergias de primavera no son provocados por este noble árbol, sino por la floración de las gramíneas, principalmente. (T. H)