ara poder diagnosticar bien una falencia constructiva hay que saber primero la causa de la misma, así lo dicen todos los manuales. Hay que averiguar el origen para atacar correctamente.
Y dentro de las patologías más comunes con las que conviven los arquitectos se encuentran las filtraciones, originadas en ingresos tanto accidentales como permanentes de agua, polvillo o viento en paredes exteriores de la vivienda.
El cuarteado superficial de un revoque exterior, por ejemplo, puede ser un muy buen conductor de agua hacia el interior. Esto se puede provocar por las contracciones del material durante el proceso de curado cuando no tiene la humedad suficiente.
Otro de los motivos por los cuales se generan discontinuidades en los materiales de recubrimiento o portantes, muchas veces tienen que ver con movimientos o asentamientos estructurales o mala ejecución de las juntas de dilatación que comprimen demasiado algunos sectores de los elementos más rígidos.
A estas fragmentaciones se las denominan fisuras, grietas o fracturas, según las características de las mismas, su ancho, profundidad o inclinación.
Las fisuras y microfisuras son aquellas que no superan el medio milímetro de espesor y por lo general se las llama telas de araña o mapeado superficial; luego están las grietas con un ancho de entre medio y un milímetro, las fracturas de entre uno y cinco milímetros y las fracturas severas a partir de los cinco milímetros y en el rango de mayor riesgo.
En este último caso las recomendaciones apuntan de manera directa sobre las estructuras y por lo general se trata de colocar llaves para asegurar la integridad de la edificación. No está demás señalar que en ocasiones suele tener origen en un mal comportamiento del suelo ante la presencia de agua producto de cañerías rotas.
Hay casos en los que más de un tipo de humedad pueden manifestarse al mismo tiempo: ascendente desde los cimientos y mala evacuación de aguas de lluvia, por ejemplo. Ante la duda hay que comenzar por aplicar la opción menos cara y simple.
Si no se observa ninguna mejora después de algún tiempo predeterminado, siempre se podrá optar por una técnica más compleja.
Los materiales de construcción en contacto con el agua o un subsuelo húmedo absorben agua o la humedad. Esta se evapora al tomar contacto con el aire, pero muchas veces asciende por las paredes provocando problemas de manchas y ambientes húmedos e incómodos.
En general la humedad ascendente no llega a más de ochenta a ciento veinte centímetros. Cuando la albañilería contiene mucho salitre o cuando la evaporación está trabada por un cemento hidrófugo el agua puede subir más alto.
Habitualmente se manifiesta en todo el espesor del muro y sobre una gran superficie. Es lo que distingue a la humedad denominada ascensional de otras.
Otra causa muy común son los desgastes de material en las caras expuestas a la lluvia que no están bien protegidas.
SIN PASTINA
La rotura o fisura de una cañería y mucho más las uniones con codos o curvas provocan abultamiento, englobamiento de la pintura, eflorescencias y hasta disgregación del material.
Las medianeras, la unión de paredes con techos con pendiente, el desborde de canaletas, la pérdida de efectividad de las capas aisladoras o una mala ejecución de los revoques exteriores están en la larga lista de lugares originantes para la filtración de agua.
La unión entre la tapa y el depósito embutido de inodoros, la pérdida de pastina en uniones horizontales de bañeras o lavatorios son algunos de los sectores interiores más riesgosos.
CERRAR LLAVES DE PASO
Dentro de las humedades “accidentales” se encuentran principalmente aquellas cuyo origen reside en fallas en las instalaciones, fundamentalmente de agua.
La solución recomendada consiste en primera medida, en la anulación del ingreso de agua.
Si se sospecha de un conducto, hay que aislar los diferentes tramos, cerrar las llaves de paso, analizando la situación casi como si fuera un procedimiento científico. Para estos casos resulta de suma importancia la elaboración de lo que se llama “planos conforme a obra”, ya que son muy prácticos para determinar recorridos de cañerías y posibles lugares de acceso.
Los técnicos siempre aconsejan realizar, en la medida de lo posible, un análisis suficientemente exhaustivo, con el fin de no proceder a romper revoques o cielorrasos sin estar lo más seguros posible de haber localizado el foco del problema.
HUMEDAD ASCENDENTE
La humedad ascendente está vinculada al fenómeno de capilaridad, que es la propiedad que tienen los fluidos de alcanzar alturas variables cuando se sitúan en el interior de tubos de pequeño diámetro o capilares.
Se manifiesta generalmente como una franja oscurecida y/o acompañada de un borde superior de polvo blanquecino (eflorescencias), a veces existe abultamiento y disgregación del material. En cuanto al aspecto, coincide con humedades producidas por otras fuentes como rotura de caños o humedades en sótanos, pero el análisis minucioso de la trayectoria o desarrollo es lo que permite identificarla con exactitud.
Es difícil encontrarla en un solo sector o en manchones separados.
RESINAS
A las grietas activas se las repara con un sellador, por lo general monocomponente en base a resinas de poliuretano (también puede ser de polisulfuros), pero antes se debe colocar un fondo de junta que limita su profundidad e impide que el sellador se pegue a la acanaladura y sea solicitado por la deformación de la misma. Más bien, el sellador debe colocarse solamente en la acanaladura agranalada, formando un cordón continuo sin flecos, ojos de pescado ni poros. En el caso de fisuras capilares tipo tela de araña, no activas, se debe sellar con mastic de resinas acrílicas, pero antes se las debe ensanchar con espátula de pintor hasta no menos de 3 milímetros de apertura. Luego se procede al hidrolavado y se verifica que el sustrato esté firme.
UNIONES COMPLICADAS
La colocación de carpintería en el muro puede adolecer de problemas en la unión de jambas con muros o falta de hermeticidad entre los umbrales y el solado. Esta última debe ser aportada por la estanquedad de la impermeabilización del balcón en su unión con los umbrales y -algo elemental- con una pendiente que esté dirigida hacia los embudos de descarga pluvial y no hacia el umbral de la abertura.
Estos problemas se resuelven mediante un correcto sellado con productos a base de resinas de poliuretano mono o bicomponentes, y de resinas de siliconas neutras para la unión de mamposterías con metales. Se recomienda no utilizar selladores de resinas de siliconas de liberación ácida, que se usan para sellar vidrios a la carpintería.
El cordón de sellado debe tener una sección acorde al elemento a sellar, pero nunca menor a 6 milímetros, y debe ser continuo. También son comunes los defectos de diseño en taparrollos, que permiten el ingreso de agua hacia la cortina de enrollar.
LAS MANCHAS
Las manchas se producen por humedad proveniente del interior que migra hacia fuera. Pueden ser manchas blanquecinas que se producen por que el agua arrastra una gran cantidad de sales que contienen los materiales de construcción. Los lleva desde las caras interiores a la superficie exterior. Las sales, sulfatos de calcio, sodio, magnesio, nitratos y carbonatos cristalizan en la superficie provocando manchas, en general de color blanco y de diferente textura y apariencia. Son formaciones pulverulentas que pueden palparse con la mano.
Por otro lado están las manchas negras que se forman por la presencia de colonias de hongos, producidas por esporas que flotan en el aire y se concentran en sectores propicios para su crecimiento, esto es en las zonas frías de paredes y techos en lugares poco ventilados.
ESTRUCTURA
Cuando se detecta una filtración en la unión entre los muros y los componentes estructurales, salvo que existan defectos en la misma estructura, se debe a defectos de ejecución al construirse el muro.
Cuando las uniones son con elementos salientes como caños de ventilación o escaleras se deberán prever buñas perimetrales selladas con el mastic correspondiente a cada tipo de solicitación.
Por último, se debe cuidar en la ejecución de las capas aisladoras, su composición, mezcla uniforme, detalles de aplicación y proceso de curado, así como prever las deformaciones entre muros y de éstos con carpinterías y estructuras para no volver a tener problemas de filtraciones.