Señor Hildebrandt. Mi intención a través de esta carta es solicitar información para podar un abedul. Vivo en Bariloche y tengo en mi jardín tres abedules de aproximadamente tres años que no han sido podados nunca y se han desarrollado muy bien aunque a mi parecer de una manera excesiva (tronco muy fino y muy alto, con multiplicidad de ramificaciones extensas y también muy finas). Lo único que he cuidado a lo largo de su crecimiento es evitar la inclinación del tronco provocada por el viento (este árbol es muy propenso a torcerse en sus primeros años debido al fino y -por lo tanto- muy flexible tronco que desarrolla), poniéndole constantemente tutores cada vez más altos y esperando que alguna vez su tronco tome grosor y ya no sea tan necesario evitar que se tuerza con tanta facilidad. En fin... no es mi intención que me conteste particularmente por este tema sino que me oriente respecto a dónde puedo leer más sobre la poda de este tipo de árboles. He buscado mucha información en internet, pero las opiniones se contradicen mucho, desde no podarlo nunca debido a que es un árbol muy delicado, a inclusive mocharlo y dejarlo sin ramas en sus primeros años para fortalecer el tronco y que éste luego genere ramas cortas y finas. Gracias por tomarse la molestia en leer mi carta. Lo saluda muy atentamente Gabriel. Bariloche En abedules hay diferentes especies y variedades. Esto se amplía si son hechos por semilla, debido a la variación genética. Su abedul puede ser un Betula pendula, o sea abedul péndulo, por lo que no tendrá sentido una poda porque su crecimiento es así ... “al que nace barrigón es al ñudo que lo fajen”. Para ejemplificar al lector acompaño la imagen de Betula pendula youngii, o sea un abedul ya genéticamente péndulo. Incluso la Betula payrifera, que suele ser la que más se cultiva en la región, si bien por lo general es de uno o varios troncos firmes, algunos -luego de plantar y pasados algunos años- adoptan el hábito “llorón”.