Se cuenta que paseando por Estambul en 1554, el embajador austriaco Ogier Ghislain de Busbecq se cruzó por primera vez un tipo de flor –que nunca antes en su vida había visto– adornando el turbante de un hombre y preguntó su nombre. “Tülbent” le respondieron, pensando que se refería al turbante. Luego terminó conociéndose en Europa como “tulipán”. La perla azul, la luz del amanecer, la gota de rubíes, son algunos de los nombres de las mil trescientas variedades de tulipanes que existían en Turquía. Esta planta de floración primaveral era el símbolo de la sensualidad y de la creatividad. En 1573 el botánico francés Carolus Clusios, como médico de la corte del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Maximiliano II, y responsable del jardín imperial viajó por toda Europa y parte de Asia coleccionando especímenes de distintas plantas, entre ellas el tulipán. Precedido por su reputación como científico, cuando la Universidad de Leiden, en Holanda, obtuvo el permiso para crear el primer jardín botánico del país, se le invitó a dirigir este proyecto. Había muerto el emperador y Clusios pudo desligarse de la corte. Llegó en 1593 y con él sus conocimientos y sus colecciones de bulbos que generaron gran interés. Afortunadamente el tulipán encontró un clima y una tierra propicia en estas latitudes y se empezó a cultivar. Treinta años después, la “tulipomanía” se había apoderado de los holandeses. Se le consideraba una planta exótica y se le ligó a las altas esferas socioeconómicas porque no había suficientes bulbos en el mercado como para respaldar la demanda existente, por lo que sus precios eran exorbitantes. Al principio, los tulipanes se cultivaban en áreas pequeñas, protegidas, en el centro de las ciudades. Poco a poco se empezaron a plantar en extensiones más grandes en los alrededores de Haarlem. Su crecimiento fue tal que hoy Holanda cultiva el 88% de todos los tulipanes del mundo. Desde estos días de mayo hasta finales de agosto, este país producirá más de nueve billones de estas flores produciendo enormes tapices florales en sus tierras.