Es también una ciudad intervenida por el arte.
Así se la ve a la militarizada Jerusalén, en sus múltiples muros que separan a la ciudad de las barriadas palestinas. En ellos, los muros que intentan separar y sacar de la vista "al otro", artistas anónimos reflejan sus gritos desesperados para que burbujas de paz oxigenen el aire cotidiano que respiran. "Somos un ejército de soñadores", afirman los expertos en graffitis a quienes nunca se los ve pintando ni dibujando pero lo cierto es que en algún momento del día o de la noche aparecen estas muestras de arte cargadas de simbología. Más fotos, en rionegro.com.ar/blog/eh.
"Nos gusta siempre imaginar que la gente prefiere desarrollar sus fantasías y sus sueños aun en la más extrema precariedad. Lo que nos deja frente a un gran desafío: la capacidad de interpretar y traducir las realidades que diariamente construyen estas personas. No sólo las constructivas y materiales, sino sobre todo aquellas que aluden a los lazos sociales", dijo alguna vez el urbanista Michelle Provoost inspirándose en Jerusalén.