a construcción denominada tradicional está incorporando cada día nuevos materiales, procedimientos y tecnologías. De su correcta implementación dependerán resultados más convenientes. Y aquí es donde los fabricantes de estos productos hacen hincapié, ya que de su atinado uso e implementación depende el mayor usufructo de sus propiedades más ventajosas.
Un muy buen material para levantar paredes o aplicar revoques, si no cuenta con un adecuado dosaje, exacta cantidad de agua o si se aplica incorrectamente, invalidará las ventajas buscadas por su fabricante y que, según ellos, les permitiría mejorar la performance si se lo compara con el material más tradicionalmente usado.
Esto es así porque en general la construcción tiene una característica artesanal todavía muy fuerte y muchas veces las cuestiones de “uso y costumbres” pueden invalidar los resultados buscados. Por caso el ejemplo en una charla técnica sobre la aplicación de un cemento de albañilería hace unos años, cuando el especialista afirmaba que muchas veces en obra se le agregaba más cemento a la mezcla porque no tenía el color verde que el operario a cargo de la hormigonera estaba acostumbrado a visualizar. Esto a la par de modificar las propiedades originales aumentaba su costo final. Es por todo esto que siempre es importante conocer las recomendaciones del fabricante, antes del uso y aplicación de cada uno de los materiales, y en particular de estos morteros premezclados que, en general, cuentan con una cuidadosa selección de las materias primas y sus proporciones. La conveniencia del uso de ellos dependerá entonces de este respeto por las indicaciones y además de la evaluación del tipo y escala del trabajo, lo que deberá ser evaluado por el arquitecto al momento de la elección del producto en el mismo proyecto de la obra.
En general se destaca las “materias primas”, ya que “tienen un control por parte del laboratorio de fábrica, que determina si cumple las especificaciones contratadas. Las mezclas preelaboradas en seco otorgan ventajas en la calidad, practicidad, racionalización y productividad en el uso de mezclas de albañilería”.
Fuentes: Klaukol/Iggam/
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PARA CADA TRABAJO
Hay morteros industrializados para la ejecución de contrapisos nivelados, además de aquellos que cumplen la función de contrapiso y carpeta de nivelación juntos, o multipropósito que sirven fundamentalmente para realizar trabajos de reparación o reciclaje de obras.
También hay otros especiales para la realización de anclajes o fijaciones y aquellos que ya vienen mezclados en seco para la realización de capas aisladoras, por lo que tienen propiedades hidrófugas. Y la lista también incluye revoques monocapa interior, monocapa integral para uso exterior, además de revestimientos finos a la cal para ambas situaciones.
EN PAREDES
Las mezclas para usar en paredes de ladrillos se venden listas para aplicar y pueden ser de uso manual o mecánico; se las utiliza como mezcla de asiento para mampostería, dosificada y premezclada en seco.
Su resistencia a la compresión es apta para ejecutar elevación de tabiques de cerramientos y paredes portantes con cargas moderadas, sean los mampuestos: ladrillos comunes, ladrillones o bloques cerámicos.
Como todo tipo de premezclado industrial o semiindustrializado, este tipo de mezclas deben ser usadas siguiente estrictamente las recomendaciones de cada fabricante, habida cuenta de que esto redundará en un beneficio seguro al final del trabajo.
DIRECTO DE FÁBRICA
Para la mayoría de los fabricantes dentro de las ventajas más notorias se encuentra “una dosificación precisa, con relaciones en peso de los áridos secos (volumen constante) y granulometría controlada con fillers de compensación, además de la ausencia de sales solubles que tantas veces traen problemas en la obra con el paso del tiempo”.
Como premisa se plantean que “todos los áridos deben de estar limpios y exentos de sales susceptibles de provocar presencia de eflorescencias”. La retención de agua y la adherencia “dependerán de la variación del contenido de aire y cohesión del mortero, tiempo transcurrido en la colocación de cada mampuesto, succión, retención de agua, presión aplicada, tomado final de las juntas, textura de la superficie de asiento y curado del muro”.
LOS MORTEROS
Los morteros o mezclas para la construcción tienen materiales ligantes o conglomerantes que son aquellos que, por efecto químico, unen y dan cohesión a los áridos en los morteros.
El cemento Pórtland por su parte es el aglomerante hidráulico que se obtiene de la cocción de una mezcla de cal y arcilla dosificadas convenientemente, a fin de obtener un material sin contenido de óxido de calcio libre, para lo cual el contenido de arcilla de la piedra caliza debe ser superior al 21,8% en peso.
El proceso de hidratación y asentamiento de la mezcla de cemento se conoce como fraguado y durante el mismo aumenta su temperatura.
La cal es otro de los ligantes y se clasifica en cales aéreas, que logran su carbonatación en presencia del dióxido de carbono (CO2) del aire y suelen utilizarse en los morteros de revestimiento expuestos al medio ambiente.
También están las cales hidráulicas que reaccionan con un fragüe hidráulico luego de su aplicación y se utilizan en todas aquellas mezclas que quedan incluidas u oclusas.
EL EMPASTE
El agua, otro de los componentes de una mezcla o mortero, cumple tres funciones básicas: obtener la trabajabilidad necesaria, hidratar al cemento y facilitar la carbonatación de la cal. Debe estar limpia, siendo adecuada el agua potable.
Y luego están los aditivos, que modifican alguna o varias propiedades de los morteros, como el incorporador de aire, fluidificante, superfluidificante, hidrófugo, etcétera. Dentro de las propiedades correspondientes al estado fresco de una mezcla se encuentra la “consistencia”, cuyo estado inicial se mide en el laboratorio, en tanto que la final es posterior a la succión de los mampuestos. Las normas definen que la retención de agua mínima del mortero de obra ronde el 55%.