Este es el momento para que usted comience a pensar en sembrar su césped. Pero también para que piense en los "efectos colaterales", uno de ellos y tal vez el más importante para usted es cómo lo va a mantener.
Usted vio que en términos económicos todos son "recursos". Entre ellos, el "recurso humano" ... que es usted, oh sacrificada/o dueña/o del jardín, y eso cansa ... se lo digo por experiencia.
Por eso, antes de entrar en los trabajos puntuales que rodean a la siembra de un buen césped, mi primera recomendación es que no se entusiasme con los metros cuadrados de verde porque después el que va a "quedar planchado" es usted. Hoy por hoy, aquí en el Alto Valle de Río Negro, norte de la Patagonia, conseguir mano de obra capacitada que se encargue semanalmente y sin fallar de un adecuado corte, es más difícil que agarrar un chancho de la cola ... en toda esta larga franja de aproximadamente 200 kilómetros, los únicos lugares de capacitación son los clubes de jardinería de Neuquén y Cipolletti, manejados por un puñado de "locas por las plantas" (son mayoritariamente señoras), especialmente en Cipolletti, nucleadas en el Club de Jardinería Maipué.
Mi estimado "recurso humano", prepárese a cortar toda la semana, porque si deja pasar una, la que sigue le va a costar el doble. Recuerde el dicho "a los palos no hay cariño" y más de un amor por el verde se va enfriando semana tras semana.
Bien, ahora "vamos a los bifes".
PREPARACIÓN DEL SUELO
Dicen los "consumidores entendidos", que un buen vino nace en el viñedo. Del mismo modo
podemos decir que un buen césped nace de una suelo bien preparado ... los "recursos humanos" o "monetarios" que se invierten en esta etapa, son recuperados con creces más adelante.
Si lo quiere ver de otro modo, lo que usted pretende "ahorrar" ahora, lo va a tener que pagar con sudor y lágrimas más adelante.
Todo suelo es apto para sembrar césped, incluso aquellos salinizados, si se realiza un buen trabajo de punteado o subsolado para que el agua de riego pueda ir "lavando" las sales, lo que se puede ayudar con la incorporación de yeso agrícola, que es un material noble que tenemos en abundancia en nuestra región.
Primero limpie el terreno de los objetos gruesos como piedras y restos de construcción y luego, con la pala de punta, puntee o haga puntear prolijamente todo el terreno destinado a plantas, vaya a tener césped o no. Para asegurarse de que el agua realmente drena correctamente, dé un buen riego; los charcos deben desaparecer en cuestión de minutos y si eso no sucede habrá que repetir la operación yendo a mayor profundidad con herramientas como barretas. Antes del punteado es recomendable colocar sobre el suelo una capa de pedregullo de yeso, de modo que al dar vuelta el pan de tierra quede en el suelo, donde se ira "lavando" en el término de varios años.
También, si tuviera un suelo demasiado arcilloso (pesado), es muy recomendable colocar una capa generosa de arena de construcción para que, con el laboreo, se mezcle con la arcilla y la disperse ... la arena y el pedregullo de yeso se complementan y pueden ser usados juntos.
ELECCIÓN DE LA SEMILLA
Un buen césped está formado por gramíneas, solas o en mezcla. En nuestra región, la especie que más se utiliza por lo rústica y aguantadora, es la festuca, especialmente la festuca alta (Festuca arundinacea), de la que hay variedades especiales para césped. No se espante con el precio porque este año, debido a la sequía generalizada, la cosecha ha sido muy pobre y -según la ley de la oferta y la demanda- todas las semillas se han ido a las nubes ... al menos esa es la explicación que le van a dar.
Si de todos modos se decide a hacer el gasto, hágalo bien. No se deje convencer por aquellos que le aconsejen sembrar ralo porque ese césped, al tener menor cantidad de plantas por metro cuadrado, será de hebras más duras y tiesas.
La densidad ideal para la festuca es el equivalente a 650 kilos por hectárea (10.000 metros cuadrados). Para saber cuánto necesita, multiplique sus metros por el coeficiente 0,065 y tendrá la cantidad necesaria en kilos.
Un recurso para lograr una mejor germinación de la festuca, que suele hacerlo por manchones, es agregar un 20% de cebada o centeno, o sea cada 100 metros cuadrados de terreno, 6,5 kilos de festuca más 1,3 de cebada. Esta cebada, que es anual, desaparece en verano y la festuca irá ocupando los lugares que va dejando.
Por último, no se apure, no se atore "como pollo con piolín". Usted tiene tiempo todo lo que queda de marzo y los meses de abril y mayo ... y si llega junio, recuerde que incluso es mejor en ese mes y no en primavera.