Donde posa su mirada seguro que arma un negocio. Es que la abogada norteamericana Liz Lambert, con su debilidad por la decoración y el reciclado, se ha transformado en una de las grandes restauradoras de Estados Unidos.
Ejemplo de esto es su “Bunk House” en Marfa, en el desierto texano lindante con México, cuyos detalles deco pueden inspirar algunas ideas.
Con la ayuda de la firma de arquitectos Lake/Flato –favoritos en el vernáculo texano– una casa en ruinas fue transformada en un laberinto de habitaciones acogedoras y grandes suites decorados con un estilo entre rústico y étnico, con detalles minimalistas. ¿Su secreto? Resaltar las virtudes, colores y belleza de un lugar. Un criterio que sin dudas todos podemos aplicar en el sitio que vivimos.