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Domingo 06 de Enero de 2008
 
 
 
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  REGAR CON SOL

CONVIENE... NO CONVIENE. AQUÍ DAMOS UNA RESPUESTA

 
 

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Se hicieron una pregunta que considero que puede ser interesante para muchos "locos por las plantas", porque es de suma actualidad. Me preguntaron si le hace daño a una planta cuando se la riega con pleno sol del verano.

La respuesta tiene varias facetas, que voy a tratar de desgranar a mi modo de ver ... y que me perdonen los especialistas en botánica o los fisiólogos si por allí "muerdo la banquina". Mi objetivo es hacerlo lo menos complicado posible.

 

DESDE LA NATURALEZA

Desde el punto de vista de la naturaleza, a la planta no le hace absolutamente ningún daño cuando recibe agua en forma de lluvia u otro tipo de riego en pleno verano ... si fuera así, no existirían las selvas tropicales, donde los aguaceros se alternan con sol radiante en cuestión de minutos. Al contrario, me imagino que se deben alegrar de que se les baje la temperatura exterior y se les dé una lavadita.

La única forma en que -a mi entender- podría haber un daño, es cuando se forman gotas de agua individuales que pueden actuar como lupas con el sol... en ese caso se

producirían quemaduras específicas debajo de algunas gotas.

Cuando llueve o se riega por aspersión, estas gotas tienden a unirse formando una película uniforme de agua sobre la planta, con lo cual no hay efecto lupa.

Si se riega por inundación (o manto) como en las chacras, la única agua peligrosa es la que puede quedar estancada y se calienta con el sol hasta el punto de "cocinar" las raíces o -lo más probable- ser caldo de cultivo de hongos peligrosos... por eso siempre es fundamental un buen drenaje.

DESDE LO FISIOLÓGICO

Hay quienes sostienen que cuando se alterna repentinamente el calor con el fresco de una lluvia, las plantas se "pasman", o sea sufren un shock térmico por alternar el calor con el frío. Descártelo porque eso es un mito.

Las plantas tienen un mecanismo de protección contra esos eventos, que les han permitido estar antes de nosotros sobre el planeta y probablemente después también.

Este mecanismo está regulado especialmente en la parte inferior de las hojas, donde están ubicados los estomas (dibujo izquierda, abajo).

Estos estomas son aberturas microscópicas en la piel cubierta de cera de las hojas, que posibilitan el intercambio gaseoso entre el interior

de la planta y el ambiente exterior. Esto implica especialmente la evaporación del agua excedente del interior de la hoja y el ingreso del dióxido de carbono para posibilitar la fotosíntesis.

La apertura y cierre de estos estomas está regulado por unas células arriñonadas que rodean la abertura propiamente dicha y cuya función principal es reducir la pérdida de agua antes de que llegue a un nivel peligroso para la planta, permitiendo al mismo tiempo el máximo ingreso posible y tolerable de dióxido de carbono.

Los estomas por lo tanto están mayormente abiertos de día y se van cerrando a medida que la planta siente que está perdiendo más agua que la prudente. A pesar de que permiten la entrada de dióxido de carbono para la fotosíntesis, se cierran cuando la concentración de este gas en el aire aumenta a niveles peligrosos para ella.

Los estomas se abren y se cierran por la acción de las células oclusivas, debido a cambios en la turgencia. La turgencia es la concentración de agua de estas células, que aumenta o disminuye según distintos factores, los cuales incluyen el estrés hídrico, la concentración de dióxido de carbono, la temperatura y la luz.

O sea que un estoma está bordeado por dos células oclusivas que abren el estoma cuando están turgentes y lo cierran cuando pierden turgencia.

Cuando el agua entra a estas células oclusivas, éstas sólo pueden expandirse a lo largo y como las dos están unidas por los extremos, esta expansión longitudinal las obliga a arquearse y al estoma a abrirse.

Si se hinchan porque reciben agua de las células adyacentes, el estoma se abre al combarse sus paredes celulares, con lo que los gases entran o salen. Si, por el contrario, las células adyacentes absorben el agua de las oclusivas, éstas pierden agua, se vuelven flácidas y el estoma se cierra, no permitiendo ni la salida ni la entrada de gases ... por supuesto, entre la apertura y cierre total, hay grados intermedios.

O sea, cuando hace calor nosotros traspiramos, el perro saca la lengua y las plantas abren los estomas. Les puedo asegurar que nosotros tardamos más en quitarnos o ponernos las "pilchas", que las plantas en cerrar o abrir sus estomas.

Tienen así una gran capacidad de reaccionar ante los cambios en el medio ambiente. Si las condiciones adversas de sequía continúan y no alcanza con cerrar los estomas, la hacen fácil ... hacen "strip tease" vegetal, o sea comienzan a tirar el follaje para evitar perder más agua.

DESDE LA CONVIVENCIA

Llegados a este punto, usted me dirá "ah, bueno, si es así yo me dedicaré a regar al mediodía, para refrescar a mis plantas". "Hasta aquí vamos bien, dijo el pavo y estaba en la puerta del horno".

No cabe ninguna duda de que las plantas de su jardín se verán beneficiadas si usted les da un riego en forma de lluvia cuando hace calor, pero un jardinero responsable no lo va a hacer porque sabe perfectamente que en todas nuestras ciudades hay restricciones para el riego durante las horas del día, por la escasez de agua en las redes domiciliarias.

Claro, una incongruencia si tenemos en cuenta que estamos a la vera del río de cuenca interna, el Negro, más caudaloso del país. Esta situación se la debemos a no pocos políticos que supimos alumbrar en nuestra joven democracia, que se han dedicado más a promover sus buenos negocios y su futuro económico que el bienestar de la población.

Llevamos tan sólo 25 años de democracia y todos tenemos que aprender. Nosotros a elegir a nuestros delegados políticos y ellos a pensar y planificar para el futuro y no llorar sobre la leche derramada ... después no faltará quien dice que, como siempre digo que el agua es el bálsamo y el mejor "remedio" para las plantas, promuevo el derroche de este vital líquido.

Creo que quien opina así, está poniendo el carro delante del caballo ... ¿"o ando errao"?

TEODORICO HILDEBRANDT

eljardin@rionegro.com.ar

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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