El museo Guggenheim de Bilbao celebra su décimo aniversario presumiendo de recibir un millón de visitantes cada año y de haber contribuido a impulsar la economía de la región, a pesar de las críticas que suscitó en su día este osado proyecto contemporáneo en el País Vasco español.
Todo empezó a comienzos de los '90, cuando el gobierno de esta región del norte de España, en otros tiempos la más rica del país por su industria siderúrgica, buscaba impulsar su estancada economía.
En su camino se cruzó la Solomon Guggenheim Foundation, la fundación de la familia estadounidense del mismo nombre, que buscaba una ciudad europea para instalar un museo hermano del Guggenheim de Nueva York tras intentarlo en Salzburgo y Ve
necia. "La gente tenía un poco de miedo porque esto era diferente y nuevo", pero 10 años después, el museo "se
mantiene vivo y coleando", declaró Frank Gehry, el diseñador norteamericano que diseñó esta gran obra de arte.