En el final de las jornadas de Patagonia Diseño estuvo Ricardo Plant, de vasta trayectoria profesional orientada fundamentalmente, aunque esto no excluye otros temas, sobre el diseño de espacios relacionados con la gastronomía y la hotelería.
"Prefiero no hacer casas", explicó al final de su charla Plant, acentuando aún más su perfil casi de "ilusionista" en espacios de usos colectivo, que pueden en ámbitos académicos ser observados por sus usos del color o los materiales, pero nunca pasan desapercibidos. Y esto es lo que básicamente parecería que busca expresar Plant: los espacios de uso colectivo con fines comerciales tienen que ser expresivos, emocionantes, placenteros.
No es poca la variedad en esta temática de encargos resueltos con suceso por el arquitecto que estuvo en la sede neuquina del Museo Nacional de Bellas Artes. Así figuran en su haber diseños para el bar Demetrio en La Plata, Dolce Café en los shoppings Abasto y Alto Avellaneda, Bis a Bis, La Argentina, Klik Eat, Clásica y Moderna, Call Money, entre otros en Buenos Aires, además de Cabernet en Jujuy, Portezuelo Restaurante Hotel en Salta, el Cucharón en Mendoza, Torreón del Monje en Mar del Plata, e Innsbruck en Las Leñas, entre una gran cantidad. Aunque por su proximidad quizá cabría destacar el restó Viento Sur en la capital neuquina.
En todos y cada uno de estos proyectos aparece un hilo conductor que demuestra no ya la destreza del arquitecto sino, como él mismo de alguna manera lo definiera, la mano de un arquitecto que produce hechos pictóricos.