obre un terreno en el barrio Alto Belgrano, con pronunciado desnivel y con impresionantes vistas sobre el lago Nahuel Huapi se ubica esta vivienda.
Sobre esta topografía se organizan los tres niveles que se conectan internamente y exteriormente a partir de escaleras y terrazas.
La casa busca maximizar su condición de apertura e integración con la naturaleza abriéndose completamente hacia el norte y cerrándose hacia la calle de acceso.
Desde el ingreso peatonal se percibe una fuerte simetría volumétrica en sus techos y lucarna espejada central soportada por una columnata que enfatiza el nodo en el cual se ubica el ingreso.
En cuanto a la distribución interna atravesando un hall que a su vez actúa como cámara fría se llega al eje vertebral vertical de una escalera que recorre los tres niveles. También allí distribuye al estar- comedor separados por un eje de simetría que apunta decididamente al norte exaltando el paisaje que atraviesa por los grandes paños vidriados y también hacia la cocina-comedor diario.
El estar-comedor fue concebido como el corazón de la casa. La delimitación funcional entre el lugar de estar y el de comer se da por una doble altura con un puente que atraviesa y remata en un balconeo
A su vez este espacio tiene una pequeña escalera que conduce a un mirador que corona todo el techado y está abierto hacia los cuatro puntos cardinales desde donde se puede ver un paisaje inigualable.
Decks de madera y barandas de caños con remates circulares son las expansiones del living hacia el oeste y del comedor hacia el este.
Un pasillo recorre racionalmente la planta baja (semienterrada) y hace de distribución de la zona privada de la familia que se desarrolla en este nivel.
Por un lado al dormitorio principal en suite funciona con cierta autonomía del resto de la casa. Su baño tiene dimensiones importantes con sector de yacuzzi, sauna y ducha diferenciados.
Por otro lado los dos dormitorios para hijas con un baño compartimentado también forman otro sector independiente. La planta de acceso se completa con un gran espacio de expansión social que se utiliza como cochera y quincho y que a través de un gran bowindow vidriado se vuelca a un jardín que se continúa en un escenario del lago y montañas. El techo está cubierto de tejuela de alerce pintada de negro y revoque plástico con carpinterías blancas.
En el interior muros blancos, pisos de madera (guatambú con detalles en nogal) y cerámicos con algún detalle en mármol.
CONTACTO:
ESTUDIO ARQUITECTURA BARILOCHE
diazlangou@bariloche.com.ar
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