Sin ninguna duda, una de las especies del jardín que acumulan mayor porcentaje de consultas son las rosas y la forma de podarlas.
El concepto siempre será el mismo … la poda como ayuda a la planta y no solamente para lograr satisfacer nuestro ego.
A los rosales que ya conocemos se le han agregado nuevas variantes muy interesantes. Para que tenga una visión completa, reproducimos la oferta del vivero Rosauer (izquierda), que las ofrece injertadas sobre pies resistentes. (http://www.larsa.com.ar/)
Tanto los grandifloras, floribundas, arbustivas, híbridas de té e inglesas, si no se los poda alcanzan gran tamaño y volumen y si se los poda cada primavera, serán más bajos y vivirán menos años.
A TENER EN CUENTA
La madera del rosal es muy blanda porque tiene gran cantidad de savia, por eso se deshidrata con facilidad. Por eso cada corte se hace a un centímetro por encima de la yema, para que la herida cicatrice antes de que la deshidratación afecte a esa yema y queden luego puntas de rama secas (foto 1).
En ese corte, además se puede orientar el crecimiento de cada rama.
Por lo general se busca que la planta “se abra”, o sea que haga una especie de canasta en el interior, para que la luz pueda penetrar sin dificultad.
El inconveniente es que a veces se hace tan ancho que molesta el paso. En ese caso se poda “hacia adentro”, o sea que la última yema se oriente hacia el interior o al menos hacia un costado.
En la foto 2 se muestra la poda orientando la yema y en el ángulo superior la forma de hacer el corte, a un centímetro por sobre la yema. Si el corte se hace muy cercano, la madera se deseca muy rápidamente y se pierde dicha yema, por lo que brotará la que le sigue inmediatamente más abajo, con lo que quedará un muñón seco y la orientación de la rama que se formará no estará de acuerdo con nuestras previsiones, como se observa en el ángulo inferior.
VOLUMEN VERSUS PRODUCCION
O sea que el concepto es que si se desean rosales de poco volumen y floración de buen tamaño y continuada, se poda con severidad. Si por el contrario se desea plantas con volumen, mayor cantidad de flores de menor tamaño y cierta pausa entre floración y floración, se poda cada tres o cuatro años.
En los rosales floribundas e híbridas de té se puede optar por una poda primaveral severa y continuar durante el año con poda constante a tres o cuatro yemas de todas las varas una vez que han dejado de florecer.
Para que estas plantas tan exigidas puedan tener un respiro y acumular reservas para la próxima temporada, a comienzos del otoño se cortan las varas inmediatamente debajo de la flor marchita que ha perdido los pétalos y antes de que formen semilla ... de esa forma se les permite conservar gran cantidad de hojas para sintetizar alimentos que enviarán como reserva a sus raíces.
SOLO VOLUMEN
Por lo general, esto es lo que se busca en las rosas inglesas, arbustivas y Meidiland. Esto lo debe tener muy en cuenta antes de colocarlas en el jardín, porque el volumen forma parte de su belleza y por supuesto, ocupan buen espacio ... la poda se limita a un raleo de ramas viejas.
También en los trepadores, que por lo general florecen una vez al año, se eliminan anualmente sólo las ramas viejas desde la base, para permitir el nacimiento de renuevos.
Las ramas bien ubicadas y vigorosas se dejan y se podan todas sus laterales a dos o tres yemas, ya que allí se formarán las flores … una vez que pasó esta primera floración, se repite esta poda, para tratar de obtener una segunda floración, menos intensa por cierto.
Cuidado con algunas trepadoras que emiten varas muy largas y finas, pues si no se observa atentamente y sólo nos guiamos por el diámetro, podemos cortar una rama que es fina pero tiene metros de longitud y con gran capacidad florífera.
Esto sucede especialmente con variedades muy antiguas, que aún se están cultivando en los jardines de nuestra región.
En los rosales de porte pequeño, como son los miniaturas, por lo general las podas son innecesarias, porque de todos modos no crecerán más de 50 centímetros de altura … si sobrepasan esta medida o usted los quiere mantener muy bajos, se podan cada primavera.
Por último ... las rosas se defienden: trabaje siempre con guantes.