usted se preguntará a qué vienen estos versos de "Cambalache", de Discépolo, a lo que podría agregar la frase del recordado Altavista personificando al inefable "Minguito Tinguitella" … "sé`gual", cuando se le hacía difícil diferenciar las cosas. Bajo el influjo de la motosierra, un olmo "sé`gual" a una acacia visco o un fresno a un arce ... al diablo con la personalidad de cada uno y, al igual que en los cuarteles, se los "rapa" al ras y a otra cosa … "fuiste", como se dice ahora.
Este procedimiento de intolerancia y desprecio por la diversidad se da en todos los aspectos de nuestra Argentina y se manifiesta de muchas maneras, tanto en una cancha de fútbol, entre nuestros políticos y entre nosotros mismos en el trato diario y hasta en la calle.
Desde mi punto de vista, la belleza de un árbol está dada en toda su estructura, desde la forma de su copa hasta el color del follaje y la apariencia y color de su tronco. Ni qué hablar de sus flores y perfume e incluso del de sus frutos. Por eso digo con mucha sorna que la motosierra es "igualadora", al igual que lo fue el Colt. Con ellos se acabaron la belleza en el caso de los árboles y los "guapos" en el lejano oeste estadounidense.

PRESION PUBLICA

Este es un fenómeno que se da en casi todas las ciudades del Alto Valle, por no decir de Río Negro. Y digo casi todas, porque es justo destacar el esfuerzo que se está haciendo en Cipolletti.
La pregunta que me hago –y espero que usted también- es a qué se debe este cambio en esa ciudad, no hace mucho considerada "el reino de la motosierra". La respuesta que encuentro es que no es una persona aislada la que provocó el cambio de mentalidad, aunque haya sido el propio intendente, sino una actitud colectiva que no se observa en el resto de las ciudades.
Y, ¡oh casualidad!, si lo observo con más detenimiento, veo que allí funciona una ONG que desde hace ya más de diez años viene luchando incansablemente por ese cambio. Me refiero al Club de Jardinería Maipué que, sin estridencias pero con perseverancia, fe y mucho, muchísimo trabajo está logrando tener tal peso en la opinión pública que ha trasformado la defensa del arbolado urbano en un tema político … ese grupo, compuesto mayoritariamente por mujeres, a través de la prédica y los cursos que anualmente realiza, lo está logrando. No creo que de aquí en más, en dicha ciudad, un candidato a intendente o ya en el ejercicio de esas funciones, pueda desatender este aspecto de la ciudad. Si bien prácticamente todas las ciudades tienen ordenanzas de arbolado urbano, de poco sirven si la gente no las conoce, por ende no las respeta o, "pa`pior", ni las mismas autoridades lo hacen.
Lo que desde hace ya muchos años se está permitiendo en Roca, es un verdadero atentado al árbol como individuo y como elemento importantísimo del medio ambiente de la ciudad. A pesar de que desde 1988 existe una ordenanza de Arbolado Urbano, aprobada nuevamente con ligeras modificaciones en julio del 95 por el Concejo Deliberante con el número 2.124, ni los mismos operarios municipales la respetan, como se muestra elocuentemente en estas imágenes.
Creo firmemente que el camino que nos permitirá salir de esta oscuridad es la adecuada elección de cada especie y variedad respetando el lugar que debe ocupar de acuerdo a sus hábitos ancestrales de crecimiento. Pero ése es un camino largo … mientras tanto, respetemos lo que ya plantamos: el árbol no tiene la culpa.

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