Hace más de cuarenta años que vivo en Roca y francamente no recuerdo
otro invierno en que las calles hayan permanecido con hielo durante tres días seguidos. Como referencia, puedo citar que el domingo a la madrugada la Estación Agrometeorológica del INTA, en Guerrico, registró -12,9ºC en abrigo, lo cual quiere decir que a campo “pelado” pudo haber bajado fácilmente a -14ºC, una temperatura que seguramente ha hecho
estragos en la mayoría de nuestros jardines.
Por eso digo que ha quedado “un solo lamento” por los daños sufridos. Pero, como dice la filosofía criolla, “no hay mal que por bien no venga” o, ya más de salón, “a mal tiempo, buena cara”… podemos sacar
interesantes conclusiones de este evento.
Ante todo, no debemos olvidar que nuestra región es templado fría y
que heladas como éstas, si bien no habituales, pueden suceder. Aquí no
hay protección que valga, a no ser que les pongamos a cada planta una
estufa encendida durante toda la noche.
Decían antiguamente que “la letra, con sangre entra”. La enseñanza que
nos queda es que, si sabemos observar, podemos detectar diferentes efectos de las heladas, incluso dentro de nuestros propios jardines… por eso, les recomiendo que tomen papel y lápiz (o notebook + cámara digital) y dejen asentadas las diferencias observadas.
OBSERVACIONES
Personalmente y aunque aún es algo prematuro evaluar el desastre,
observo que plantas que consideramos muy delicadas han sufrido daños muy variables según su ubicación en el jardín. El “jazmín del Cabo” (Gardenia fortunei) por ejemplo, se ha helado “hasta el moño” en algunas partes y en otras pareciera que “zafó” y lo mismo puedo decir de las lantanas (Lantana camara) y santa ritas (Bougainvillea) e incluso de geranios y malvones (“Se’gual”, dijo “Minguito”), que
muestran daños de intensidad que va a la desaparición total a fuertes
quemaduras en el follaje.
Más notable es el caso de ciertas especies de árboles que siempre
hemos plantado con cierto temor, como jacarandaes (Jacaranda
mimosifolia) o nuestra flor nacional, el ceibo (Erythrina crista-galli). En ambos aún es prematuro dar un veredicto concluyente, ya que una cosa es lo que se ve ahora y otra lo qué pasa dentro de cada planta.
Las especies de árboles y arbustos que, aun siendo sensibles al frío
como los citados, han formado corteza a lo largo de varios años de
crecimiento (foto arriba, al medio, tronco de ceibo con gruesa corteza), pueden haber sobrevivido y brotar de “yemas dormidas”, que se forman a partir de la primavera. Los crecimientos del año pasado, jugosos, turgentes y con poca maduración de la madera, con seguridad se han perdido, pero también de acuerdo a su ubicación tanto dentro de la ciudad como en el jardín mismo.
REORGANIZACION INTERNA
Hice mención a los daños que se pueden observar a simple vista y a lo
que sucede dentro de cada planta. Así como yo trato de entender a la
vida vegetal, se me ocurre pensar que estarán reorganizando sus
tejidos luego de la debacle.
Las heladas actúan sobre los tejidos de una planta de la misma forma
que sobre las cañerías de agua… se forma hielo que al expandirse
revienta los finos conductos de savia, la que se derrama dentro de la
planta.
Me imagino a las plantas tratando de delimitar los sectores
dañados y de aislarlos de los que aún permanecen con vida, para evitar una infección generalizada.
Este proceso de reorganización interna es muy delicado y le exige
mucho gasto de energía a cada planta. Es un proceso en que está en
juego su vida misma.
La pregunta es cómo podemos de alguna manera facilitar o al menos no molestar este proceso. Yo creo que con mucha prudencia y tacto… ése tacto que es innato entre el “ex sexo débil”.
En primerísimo lugar, cuidado con la poda. Aunque le agarre urticaria
en la mano de las ganas de podar, mi consejo es que espere hasta que
cada planta “pida ayuda”.
Este pedido de ayuda se manifestará en la primavera. Aquellas plantas
que han finalizado con éxito su reorganización interna y
hayan logrado aislar las partes muertas de las sanas, tratarán de
reemplazar lo perdido… esto dependerá de cada especie e incluso del vigor (ídem reservas) acumulado por cada planta.
Si no aguanta y busca una válvula de escape a su ansiedad, limítese a
sacudir las hojas secas y cortar sólo aquello que verdaderamente no le quepa duda de que murió o que le afea demasiado el jardín. No vaya más allá.
En cuanto al riego, también le aconsejo prudencia. Repito que las
plantas se están reorganizando y por el momento no necesitarán riego,
sino sólo humedad en el suelo… un riego, unido a alguna temperatura
anticipada que se pueda producir en estos treinta días siguientes, le
darán una señal prematura a estas plantas, que se verán impelidas a
multiplicar esfuerzos y aún están en terapia intensiva.
Llegando a fines de agosto, cuando ya quede muy poco riesgo de heladas primaverales –dentro de las ciudades al menos–, aumente paulatinamente el riego y dele el gusto a la tijera, siempre buscando ayudar a la planta a sacarse de encima lo que se le murió. El desarrollo de las yemas será su mejor guía.
CURSOS SEGUNDO SEMESTRE, EN MAIPUE
El Club de Jardinería Maipué, ong sin fines de lucro de la ciudad de Cipolletti, anuncia la realización de sus cursos del segundo semestre del corriente año.
PLANTAS ORNAMENTALES
Comienza el 16 de agosto, en el horario de 14:30 a 16:30, coordinado por la ingeniera agrónoma Silvana Borsetti. Tendrá una duración de tres meses, comprendiendo doce clases teóricas y tres salidas de reconocimiento de especies en sábados a determinar.
Los temas a tratar serán
1. Generalidades de botánica.
2. Vegetación ornamental. Atributos.
3. Aspectos generales del clima de la región. Protección de plantas delicadas, adaptaciones espontáneas, resistencia al frío. Suelos.
4. Arboles, coníferas, arbustos ornamentales, trepadoras y enredaderas, plantas herbáceas. Clasificación, identificación, usos y exigencias, atributos, etc. Listado de las especies adaptadas a nuestra zona.
JARDINERIA PRACTICA
Comienza el 18 de agosto, en horario de 14 a 17, coordinado por el ingeniero agrónomo Daniel Auer. Tendrá una duración de cuatro meses, con once clases teórico-prácticas.
1. Tareas de estación.
2. Herramientas del jardín. Cuidados. Recomendaciones.
3. Césped. Mezclas. Siembra. Cuidados.
4. Multiplicación de plantas. Cómo hacerlo.
5. Poda de las plantas ornamentales. Cómo y cuándo.
6. Suelos. Características de la zona. Cómo reconocerlos. Cómo mejorarlos.
7. Sanidad. Plagas y enfermedades más comunes. Cuidados.
JARDINERIA GENERAL
Este curso, que se divide en dos módulos y se dicta con la modalidad semipresencial, es coordinado por Brenda Sly. La duración será de cuatro meses y se inicia en agosto.
El programa de contenidos mínimos abarca: tareas de estación, herramientas del jardín, césped, multiplicación de plantas, bulbos, suelos, rosales, poda, plantación y transplante y árboles, arbustos, herbáceas y anuales.
El tercer o cuarto sábado de cada mes (a determinarse al comienzo del curso) se efectuará la clase teórico-práctica presencial en las instalaciones de la escuela. Incluye material bibliográfico y el certificado al concluir el curso, para lo cual el alumno deberá asistir a las clases presenciales.
Las inscripciones están abiertas hasta el 4 de agosto, por correo electrónico, teléfono o personalmente en Maipué Club de Jardinería, Alem y Mengelle, Cipolletti, los lunes, miércoles y jueves de 17:30 a 20:30 y sábados de 9 a 12 (durante el receso escolar, de lunes a viernes de 9 a 12 y 14 a 18). El teléfono de Maipué es (0299) 4775416.
Mayor información en el correo electrónico maipue@maipue.org.ar o en su página www.maipue.org.ar