Aunque muchas veces no lo parezca la decisión del sistema de tratamiento del aire interior de una vivienda es de relativa importancia, y debe ser tratado desde el mismo proyecto de la misma, ya que las variables disponibles en el mercado son amplias y se debe buscar la mejor solución para cada caso en particular.
Principalmente si se decidiera contar con un calentador del tipo caldera, que además provea de agua sanitaria para la vivienda.
Allí es donde las consultas deben ser orientadas hacia los especialistas en esta temática.
De alguna manera general se podría definir a las calderas como elementos destinados a la generación de agua o vapor, cuyos fluídos son utilizados como portadores de calor a las distintas terminales ubicadas en las habitaciones de una vivienda.
Existen en el mercado diferentes tipos de calderas, y por lo general para calefacción se utilizan las de baja presión, y dentro del mercado domiciliario las más utilizadas son las que los especialistas denominan “integrales”, que se pueden conseguir desde las capacidades más pequeñas como las calderas calefón, de tipo individual o cocina, y tipo automática para mayores capacidades.
Actualmente se fabrican modelos integrales de alto rendimiento.
Las calderas son fabricadas para la instalación de calefacción solamente, o combinadas para la provisión de agua caliente de uso doméstico como se señala antes, lo que las distingue como un elemento que debe ser evaluado detenidamente.
La caldera integral a gas esta destinada a la instalación de calefacción individual para pequeñas unidades residenciales, y según lo expresan algunos técnicos muchas veces es usada para reducir la mano de obra para el montaje.
Tienen incorporado el quemador y son construidas con aislación térmica y controles; son de tipo compacto, y de buen aspecto estético, lográndose simplicidad y rapidez de montaje.
Funcionalmente las calderas queman el gas y aportan el calor al agua que circula por su interior, la cuál se distribuye a los radiadores para calefacción o como agua caliente para uso sanitario.
Una variante son las calderas mixtas, de calefacción y producción de agua caliente sanitaria “por acumulación”. Tienen la misma aplicación que las anteriores, pero al disponer de un depósito de agua caliente permiten una mayor simultaneidad en la utilización de este servicio.
MEJOR RENDIMIENTO
El calentamiento instantáneo del ACS (agua caliente sanitaria) requiere una potencia muy elevada que, además, se utiliza durante períodos muy cortos de tiempo, lo que determina un peor rendimiento para este servicio.
Esta potencia es muy superior a la que se necesita para calefacción, incluso en viviendas de gran tamaño, por lo cual la potencia del agua caliente es la que condiciona la potencia de la caldera.
La gama de potencias es muy amplia, desde 17 a 35 KW, aunque las calderas mixtas con producción instantánea de agua caliente sanitaria normalmente se sitúan entre 24 y 28 KW.
Desde el punto de vista energético, son preferibles los sistemas de acumulación, de forma que la caldera pueda trabajar de manera más continuada, con menos potencia y con mejor rendimiento.
En la producción por acumulación, es el termostato del depósito de ACS el que enciende la caldera cuando detecta una disminución de la temperatura del agua almacenada.
Existen calderas con depósitos de acumulación integrados en el propio aparato; algunas disponen de unos mínimos volúmenes de acumulación que constituyen una producción semi-instantánea.
Cuando las necesidades de agua caliente son muy elevadas, es preferible instalar un depósito exterior alimentado por la caldera.
La regulación de la calefacción se realiza con termostato de ambiente, situado en la habitación más representativa de la vivienda, generalmente la sala de estar.
Este termostato puede incorporar prestaciones avanzadas, como distintos niveles de temperatura, programación, etc.
CALDERA INDIVIDUAL
A estos modelos a gas también se los denominan “calderas tipo cocina” porque sirven para abastecer una unidad o casa individual. Por su diseño se pueden ubicar bajo la mesada de cocina, lo que permite que hasta puedan combinar con los muebles del sector en cuanto a su modulación.
Como alternativa esta caldera puede ser utilizada también para proveer agua de consumo.
Sin embargo, algunos especialistas afirman que no es recomendable debido a que en verano, cuando no se utiliza la calefacción, las calderas trabajan a régimen reducido, disminuyendo su rendimiento térmico.
La transmisión de calor se efectúa “agua a agua”, porque el agua de calefacción trabaja con una temperatura promedio de 80 a 85 grados, cediendo calor al agua de consumo domiciliario que requiere 40 a 60 grados.
También están las del tipo “compactas automáticas integrales” que si bien tienen características similares a las mencionadas, para lograr más capacidad se las construye de mayor altura. Su aplicación entra dentro del campo de la instalación centralizada de un edificio de departamentos, de varios pisos.
PROPIEDAD HORIZONTAL
Los sistemas más sencillos de calefacción por aire caliente consisten en una caldera y un conducto para eliminar gases, situados en una cámara o recinto metálico, y una red de tuberías hacia las habitaciones. Para asegurar la circulación natural del aire caliente, que tiende a elevarse, la caldera se coloca por debajo del primer piso en el caso de un edificio. El aire frío del interior del edificio o del exterior, penetra en la cámara y se calienta por contacto con las paredes calientes de la caldera.
Se suele colocar en la caldera un pequeño depósito de agua para que el aire caliente se humidifique antes de circular por la casa. Según se calienta el aire, sube a las habitaciones y atraviesa las rejillas o los elementos que haya en ellas. Estos se abren o cierran para regular la temperatura de la habitación.
Los sistemas de circulación forzada llevan un ventilador o soplador en la cámara de la caldera. Esto asegura la circulación de gran cantidad de aire incluso en condiciones desfavorables. También incorporan filtros para retener el polvo y asegurar la limpieza del aire. Si se asocian con unidades de refrigeración, humidificadores y disecadores, constituyen uno de los sistemas de calefacción y refrigeración más efectivos.
TIRO NATURAL O FORZADO
Según el tipo de circuito de combustión en el mercado se encuentran calderas “abiertas de tiro natural o de tiro forzado”, o “estancas de tiro forzado”.
Las primeras tienen un circuito que toma el aire necesario para la combustión del propio local donde está instalada y expulsa los gases al exterior por un tubo de evacuación que aprovecha el efecto chimenea (tiro natural). Por motivos de seguridad, es muy importante garantizar el tiro de la chimenea para evitar el retroceso de los humos hacia la propia caldera y al interior de la vivienda. En estas calderas, según sea el sistema de encendido, hay modelos con o sin llama piloto, ya que la llama principal se enciende directamente, lo que permitiría aunque menor, un ahorro de consumo energético.
Por su parte en las calderas abiertas de tiro forzado la combustión se realiza también con el aire del local donde está instalada, pero, a diferencia de las anteriores, los gases se expulsan por medio de un ventilador (tiro forzado) y se conducen al exterior por un conducto específico.
Finalmente las calderas estancas de tiro forzado(ver aparte mayor detalle) disponen de un ventilador que recoge del exterior el aire que utiliza para la combustión y envía los gases de combustión al exterior. La circulación del aire y de los gases se canaliza a través de dos conductos específicos, uno de aspiración y otro de expulsión que suelen ser concéntricos.
Estas calderas ofrecen una mayor seguridad, puesto que el circuito de combustión no tiene comunicación alguna con la atmósfera del local donde está instalada. Por este motivo, la caldera estanca no tiene limitaciones de ubicación; puede ser tapada u ocultada o, incluso, situarse dentro de un armario, según lo expresado por sus fabricantes.
De la misma manera estos modelos permiten controlar mejor la combustión al no existir fluctuaciones en la entrada de aire, efecto que redunda en un mayor rendimiento.
(Fuente: Peisa-Surrey-Bgh-Caldaia)
CALDERA DIGITAL
Hay en el mercado calderas digitales que tienen el doble servicio de calefacción y agua sanitaria.
Además son aptas para instalaciones de sistemas por radiadores, fan coils y piso radiante según lo que manifiestan sus fabricantes Acquaterm SRL
Son del tipo tiro balanceado forzado sin llama piloto, con potencia automática variable, encendido suave y progresivo, además de un funcionamiento silencioso.
Cuentan con regulación digital de la temperatura del agua del circuito de calefacción, y del agua sanitaria; e indicador digital de anomalías de funcionamiento, según lo que señalan sus productores.