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Domingo 15 de Julio de 2007
 
 
 
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  ARQUITECTURA
COMO ESTABA PREVISTO, SE LLEVARON A CABO EN ROCA LAS JORNADAS DE ARQUITECTURA SUSTENTABLE. DISERTARON RECONOCIDOS PROFESIONALES SOBRE distintas temáticas como el USO RACIONAL DE LA ENERGIA DEL HABITAT Y SUS ALTERNATIVAS.
SE VIENE LA CERTIFICACION DE LOS EDIFICIOS.
 
 

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Con la organización de la Seccional II del Colegio de Arquitectos de Río Negro se desarrollaron del 2 al 6 de este mes las “Jornadas de Arquitectura Sustentable” que abarcaron temáticas como patologías higrotérmicas, arquitectura bioclimática y uso racional de la energía en el hábitat, energías alternativas, vivienda sustentable, entre otras.  En este marco se presentaron, entre otros profesionales, la doctora arquitecta Silvia de Schiller, quien desarrolló el tema “criterios de sustentabilidad en el desarrollo de proyectos” y el profesor arquitecto  John Martin Evans, quien trató la temática de “energía y arquitectura”, ambos temas de gran importancia actual.
“Las consecuencias del modelo de desarrollo imperante en las últimas décadas en América Latina se manifiestan en el importante aumento de la desigualdad y la pobreza; pero también en el deterioro del hábitat y en los altos niveles de contaminación perceptibles en nuestras ciudades. La mayoría de los conglomerados urbanos de la región ven mermadas sus posibilidades de desarrollo debido a profundas restricciones económico sociales. Esto provoca distintos tipos de impactos, como la degradación del medio ambiente a escala local y regional, que es necesario abordar.
El deterioro de la calidad de la vida urbana que hoy percibimos se acentúa aún más si tenemos en cuenta que ese deterioro está naturalizado. Esto hace que los actores sociales involucrados tengan escasa sensibilidad ante el problema”, sentenció de Schiller a modo de introducción a la temática durante su disertación. Agregó que “es entonces necesario incorporar nuevas estrategias en la manera de pensar y construir nuestras ciudades sin dejar de lado especificidades y prioridades locales, que vinculen la cuestión social con la ambiental”.
En este contexto, “las investigaciones y propuestas desarrolladas en el campo de la arquitectura, tendientes a encontrar nuevos conceptos en el diseño y construcción edilicio que disminuyan el impacto sobre el medio ambiente, tienen la capacidad de aportar respuestas innovadoras en torno a las actuales condiciones de habitabilidad; se vuelven herramientas útiles para pensar vías de desarrollo urbano alternativas al modelo hegemónico actual, propiciando un urbanismo incluyente, con equidad social y sustentable en sus variables ecológicas”, explicó la profesional.
”Si bien existe una cantidad de variables diferentes que particularizan las características urbanas y arquitectónicas y los modos de vida de cada lugar, es posible encontrar problemáticas comunes y experiencias que es importante compartir y debatir en busca de consensos que fortalezcan al conjunto y potencien las transformaciones necesarias hacia un modelo de desarrollo mas sustentable, especialmente en el campo de la arquitectura.
El compromiso por asumir prácticas ambientalmente responsables en la mejora del hábitat construido constituye en otros países parte de las políticas de Estado”.
En los últimos cuarenta años se ha concentrado gran atención en el desarrollo de nuevas tecnologías renovables con menor poder contaminante.  A su vez la investigación sobre materiales, diseño y sistemas constructivos de bajo impacto sobre el medio ambiente ha producido tanto un importante caudal de conocimientos. “A pesar de ello, y particularmente en nuestro país, el hábitat construido no refleja la incorporación de estas concepciones: las ciudades presentan crecientes niveles de contaminación ambiental y un consumo desmedido de los recursos”, explicó la arquitecta de Schiller.
Por su parte el arquitecto inglés Evans explicó que “la Argentina cuenta con equipos técnicos sólidos y con experiencia, capaces de acompañar los procesos de transformación necesarios para lograr edificios y espacios urbanos de mayor calidad ambiental adecuados a las condiciones locales”. 
John Martin Evans y Silvia de Schiller constituyen un matrimonio de arquitectos especializados en la temática ambiental y también son los creadores del “Centro de Investigación Hábitat y Energía” de la Universidad de Buenos Aires(UBA), donde se dedican a la docencia e investigación para crear profesionales que sigan su línea.

EDIFICIOS CERTIFICADOS

“Una de las medidas importantes es la certificación de edificios desde el punto de vista del  consumo de energía que tienen. Tan como sucede con los electrodomésticos, donde uno decide si lleva el más caro o el más barato. Así debería suceder con los edificios, uno debería decidir dependiendo de la cantidad de energía que requiere para su funcionamiento. En Gran Bretaña desde hace muy poco se ha vuelto obligatoria una medida que se venía aplicando de manera optativa. Ahora se debe contar en toda edificación con un certificado de consumo energético”, explicó el arquitecto Evans.
Por su parte de Schiller señaló que “siempre hay que tener en cuenta al sector más pobre de la población, aquel que no podrá enfrentarse a las situaciones de emergencia energética, sobre todo si las viviendas, escuelas y hospitales que estamos construyendo son fuertemente dependientes. Es un asunto de ética social, los arquitectos entregamos un servicio para la sociedad y las esferas políticas tienen una fuerte responsabilidad”.
“La medición de la ‘isla de calor’ en la ciudad de Buenos Aires, registrada en distintas condiciones con el apoyo de alumnos del curso de posgrado del programa de actualización en ‘diseño ambiental’ de los años 1999 y 2000, indica la importancia del impacto ambiental de edificios, especialmente en zonas de mayor densidad edilicia. Otros estudios de las condiciones a escala micro-urbana definen y cuantifican impactos registrados alrededor de conjuntos edilicios en altura donde se interrumpe la trama convencional, iniciando el proceso de transformación del tejido urbano”, explicó de Shiller al momento de exponer una serie de ejemplos prácticos sobre el impacto que tienen en la ciudad determinadas decisiones de diseño.

SIMULADORES

Una de las iniciativas de estos profesionales para incorporar lo nuevo a la disciplina arquitectónica, fue “la creación de un laboratorio, o más bien un taller, donde se puedan simular proyectos. Hay uno que reproduce el movimiento del sol, un túnel de viento y un cielo artificial para medir la distribución de luz. Todo esto se complementa con la simulación a través de sistemas computacionales. La idea es resguardar la futura realización de los proyectos”, explicaron los arquitectos especialistas.
 “Cuanto más creativo e innovador es un arquitecto, más fácil resulta trabajar para que incorpore de manera creativa los aspectos ambientales. Aquellos profesionales que funcionan con recetas fijas, difícilmente podrán ampliar su creatividad a las nuevas técnicas ambientales”, aseguró de Schiller.
“Lo que intentamos es hacer un puente entre el aspecto técnico y el diseño, que sean disciplinas integradas, que no exista esa dicotomía que hace que se enseñen por separado”, afirmó Evans.
El laboratorio de Estudios Bioambientales de la facultad de arquitectura de la universidad de Buenos Aires(FADU-UBA) cuenta con instrumental, equipo técnico y profesional necesarios para realizar estudios tendientes a evaluar condiciones de habitabilidad y confort en proyectos de arquitectura o urbanismo, utilizando equipamiento diseñado por investigadores del centro de investigación hábitat y energía (CIHE).

OBJETIVO FUNDAMENTAL

Cada vez más uno de los requisitos fundamentales de toda edificación y proyecto urbano o rural es el uso racional de los recursos naturales y la mitigación de los impactos ambientales. Estos objetivos implican la aplicación de una serie de herramientas y conocimientos en docencia, investigación, extensión, experimentación y materialización arquitectónica, urbanística y constructiva, que mejore los stándares de vida de las personas y que optimicen el uso de los recursos naturales como fundamento de la arquitectura del futuro.
Resulta de esta manera evidente que para acercarnos a un desarrollo sustentable nuestra sociedad necesita transformarse.
Y es evidente también que tales transformaciones sólo serán posibles con una intervención activa de ciudadanos comprometidos con nuevos modelos de crecimiento en distintos puntos del tejido social. Pero ese cambio es un desafío, porque implica la mutación de valores heredados y de actitudes inerciales de comportamiento cultural.
Todo indica que la educación juega un rol indiscutible en la tarea de producir la responsabilidad y solidaridad urbana necesarias. Pero da toda la impresión de que la educación urbana se abre como una dimensión más amplia aún que la escuela; por eso, más allá de lograr un fuerte arraigo en el ámbito escolar, se tendrán que armar sus redes y agentes de transmisión específicos, lo que amerita de fuertes decisiones del conjunto ciudadano.

EFECTO INVERNADERO

“Una parte del problema de una deficiente resolución de los edificios es ante crisis energéticas como la actual; pero otra cosa es el tema de las emisiones de gas del efecto invernadero. Los edificios en Argentina utilizan alrededor de un tercio de los recursos energéticos, los cuáles a su vez producen emisiones del 24 por ciento de todo el efecto invernadero. Por ello es necesario tomar las medidas para lograr edificios con menor demanda de energía y nocividad para el ambiente. No es sólo un tema de apagar las luces y bajar el consumo” afirmó Evans.

   
ARQ. JORGE PANEIVA
arq1635@yahoo.com.ar
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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