rosiguiendo con la idea básica de describir las plantas que probadamente se desarrollan bien en nuestra región del Alto Valle, hoy les quiero presentar un arbusto muy poco conocido pero del que personalmente he comprobado su adaptación a nuestras condiciones climáticas. Los españoles residentes en la región seguramente lo conocen porque es de la región del Mediterráneo e incluso figura en un sello de correo de ese país.
Los hispanos lo llaman “madroño” y en su tierra crece en regiones áridas y pedregosas, por lo cual siempre sospeché que aquí, en nuestra región semiárida, tenía que crecer bien, hasta que conseguí una planta y lo comprobé. Los de habla inglesa lo denominan “Strawberry tree” (“árbol de las frutillas”) porque su fruto redondeado y carnoso, de color rojo, se parece mucho a ella, pero si lo prueba notará que no tiene gusto a nada.
En rigor tampoco es un árbol sino un arbusto alto, originario del Mediterráneo europeo, España y oeste de Francia. Su follaje es perenne, compuesto por pequeñas hojas lanceoladas, de color verde oscuro y algo duras al tacto.
Pertenece a la familia de las Ericaceas, o sea que es pariente de los rododendros y las ericas, aunque al contrario de éstas, que se vuelven locas por suelos húmedos y ácidos, ellos los prefieren secos, profundos y no les importa que sean alcalinos, lo que coincide con los de nuestra región, especialmente en la meseta. Este parentesco queda evidenciado en la forma de campanas cerradas de sus flores, de color blanco marfil y que se pueden ver desde el otoño hasta fin del invierno, agrupadas en racimos péndulos de muchas flores. A este color netamente invernal le sigue la formación de unos frutos carnosos, primero de color verde y luego rojo a rojo intenso, que son las que le dan ese aspecto que le ha valido uno de sus nombres más comunes.
Su crecimiento es entre lento a moderado (para alcanzar una altura máxima de 10 metros, va a tener que esperar bastante), el aspecto aéreo es globoso y compacto y no tiene espinas. Es ideal para jardines o parques con problemas de riego (aunque no tengo referencias exactas en cuanto a su resistencia a sales), para rocallas y cercos de baja altura que requieren muy poco mantenimiento de poda.
La máxima dificultad que veo para este arbusto es la poca difusión que tiene, por lo que lo va a tener que encargar con tiempo y paciencia en su revendedor de confianza.
Para su tranquilidad le comento que se puede reproducir por estaca herbácea y semilla.
PALAN-PALAN Y
LA VERDAD DE LA MILANESA
Está visto que no me dejan equivocar. Al lunes siguiente de publicar la respuesta a una consulta desde Valcheta, sobre un arbusto alto al que yo identifiqué como un Cestrum aurantiacum, me llamó Raúl, un ingeniero agrónomo de Regina, para preguntarme si por acaso no sería un palán-palán, una planta de la familia de las nicotianas y que es sumamente tóxica para el ganado. Acto seguido otro llamado de un amigo desde las Grutas, para darme el mismo nombre común y agregando que por allí crece en forma espontánea y la terminó de rematar esta lectora de Madryn, quien me dice que por allí también es archiconocido.
Pues bien, agrego que su nombre técnico es Nicotiana glauca (foto) y que por lo visto la conoce todo el mundo … menos yo, hasta ahora. Esa es “la verdad de la milanesa”.
Por supuesto, agradezco enormemente toda la colaboración que me prestan, para que la información sea fidedigna y pueda ser de utilidad para que el resto de los lectores pueda ponerle nombre y apellido a lo que crece a su alrededor.
CARTA DE LECTORES!
Soy una roquense seguidora de todas sus notas, siempre tuve la ilusión de conocerlo e intercambiar conocimientos, ya que mi fervor por la floricultura comenzó a los seis años de edad, infundida por mi madre que tenía en nuestra chacra de Paso Córboba un hermoso jardín.
Resido en Puerto Madryn desde hace dos años, cultivé la zinnia más grande según internet. Me gustaría promocionarla o llevarla a los archivos. El espesor de sus pétalos fue de 7 centímetros. No fue sólo la primera sino que brindó siete flores del mismo tamaño y tiene pétalos arrollados como la dalia cactus. He conservado las semillas y trataré de repetir la operación. Necesito que usted me informe con quién debo contactarme o si lo hace usted por mí.
Tengo una gran amiga en General Roca que me envía sus columnas de los domingos. Tengo una duda con respecto a una carta y el nombre del árbol Cestrum, si no es conocido como palán-palán, que es tóxico para el ganado. Aquí en Puerto Madryn nace solo y por lo que he visto en revistas en España también en las costas del Mediterráneo, ¿es así?
Desde ya agradecida, mis respetuosos saludos y espero conocerlo en algún viaje a mi querida ciudad natal. Puede responder por el diario, que lo recibo mensualmente.
Zulma - Puerto Madryn (Chubut)
Muy agradecido por su carta y mis deseos de que pueda coronar con éxito el cultivo en mayor escala de esa zinnia tan enorme, que fue incluso nota en el diario “Chubut” y cuya copia me adjunta.
Consultando con el ingeniero agrónomo Delio Calvar, durante varias décadas mejorador genético de tomate en el INTA Alto Valle, me permito hacerle las siguientes recomendaciones: debería sembrar todas las semillas obtenidas de esa flor y hacer un seguimiento individual de cada una para observar si se repite ese fenómeno, en cuyo caso estaría en presencia de una mutación genética. Si obtuviera más de una flor de esas características debe cosechar las semillas en forma separada y perfectamente identificadas (por ejemplo, con un número), para así obtener varias líneas de ella.
Este procedimiento lo debe repetir anualmente, para ver si logra aumentar el porcentaje de flores de gran tamaño.