n notas anteriores hemos visto los injertos que se pueden considerar más fáciles de hacer para un aficionado, porque no implican poner en riesgo los dedos al trabajar con una navaja de injertar, que debe ser necesariamente sumamente filosa para lograr cortes netos. A pesar de esta indudable ventaja para una persona sin experiencia, tienen el inconveniente de que es necesario que la savia esté en movimiento, para que la corteza despegue limpiamente de la madera.
Hoy les proponemos dos forma de trabajar con “púas”, o sea trozos de ramas del crecimiento del año anterior, a lo que normalmente llamamos “chupones”. Es necesario hacer notar que las variantes de injertación que se pueden hacer no se agotan con los ejemplos que hemos dado, sino que son muchísimas y sería largo y tedioso describirlos a todos.
LO BASICO
Hay un elemento que es imprescindible tener en cuenta en cualquier injerto que se realice, sea de la modalidad que sea. Ese es el “cambium”.
Como su nombre ya lo está indicando, es una parte de los tejidos que tienen capacidad de cambio, por tratarse de tejidos de crecimiento muy juveniles.
Para que usted se ubique, digamos que está situada inmediatamete debajo de la corteza y antes de llegar a la madera. O sea que si usted pela una ramita de sauce –por ejemplo– la parte de la corteza que usted está sacando y que está pegada a la madera de la rama, son los tejidos del “cambium”, que obviamente ocupan una amplia superficie.
Cuando se hace un injerto, lo que es absolutamente importante es que las zonas del “cambium” de la púa o de la yema estén en íntimo contacto con la misma zona del “pie” o portainjerto. Lo ideal es que coincidan todos los bordes, pero cuando las púas son más delgadas que el pie, es suficiente con que uno de loa laterales y ambos extremos estén bien unidos, porque a partir de allí se formará primero el tejido de cicatrización (callo), que es el que permite que la savia del pie alimente al nuevo “inquilino”.
Si todo está bien hecho, al cabo de un mes ya se estará terminando esa soladura y al cabo de algunos meses ya se pueden ir desatando o cortando las ataduras, para que no haya estrangulamientos.
Es importante cuidar mucho a estos injertos, para evitar que se muevan y se rompa o destruya el nuevo tejido de cicatrización o circulación, porque en ese caso el injerto se malogra.
En esta nota le ofrecemos dos variantes
INJERTO DE HENDIDURA
El injerto de hendidura es muy utilizado cuando se desea cambiar la variedad comercial, por ejemplo una Red por una manzana Gala u otra de mayor aceptación en el mercado.
Obviamente, también se puede realizar en los jardines.
Uno de los ejemplos más claros sería cuando se desea cambiar el sexo de un fresno hembra porque emite mucha semilla molesta, por uno macho, que no la produce.
INJERTO PUENTE
El injerto puente se usa para restablecer la circulación de savia en una planta que se le ha estropeado un amplio sector de corteza.
Por ejemplo, cuando se ata la cadena del “pichicho” a un sauce y ésta degüella al tronco. Para eso se usan ramas de la misma planta, en lo posible del crecimiento del año anterior, y se hace un “puente” para permitir que la savia siga alimentando a la copa.
VARIANTES
Si usted creyó que sólo en árboles o arbustos se pueden hacer injertos, le ofrecemos un ejemplo de injerto en herbáceas, como el tomate, en que también se pueden hacer experimentos “raros”... claro, siempre que haya afinidad entre pie e injerto.
CARTA DE LECTORES
Sr.Teodorico Hildebrant:
trabajo diariamente en la Supervisión de Nivel Primario sita en Calle Villegas esquina avenida Roca de la Ciudad de General Roca. Porque me fascinan las plantas tengo una gran curiosidad por saber cuál es el nombre de la planta que se encuentra sobre la calle Villegas, sobre la vereda que está frente al estudio jurídico, con las siguientes características: en primavera da flores blancas y en invierno se cubre de bayas rojas. Sus hojas perennes son verdes oscuras y brillantes. Su flor y baya es similar al crataegus, pero no tiene espinas. Me comentaron que pertenece a la flia. de los manzanos.
Agradeciendo su gentileza, lo saludo atentamente. Norma
Conozco muy bien ese árbol, pues hace años que crece en esa vereda. Se trata efectivamente de un crataegus, pero no sé exactamente qué variedad. Este tipo de árboles se caracterizan por ser sumamente resistentes a sequía, bajas temperaturas y ser de lento crecimiento. Suelen tener capítulos de flores blancas en verano y frutos rojos en el invierno. Es una Rosácea, o sea es de la familia de los manzanos y perales.
Aquí hay que hacer una aclaración. Generalmente se llama “crataegus” a unos arbustos pinchosos y de frutos rojos o amarillos que se usan como cercos. Pues bien, esos son pyracantha, por el color fuego de sus frutos (en latín “pyra” es fuego) y son siempre de follaje perenne. En tanto los crataegus son arbolitos siempre de follaje caduco y frutos que también suelen ser rojos. Los hay sin espinas, como el que usted menciona y que son muy interesantes para veredas, y con espinas respetables, como el Crataegus oxiacantha, que es intratable.
En la foto, Crataegus laevigata, de hermosas flores de color rosado fuerte o rojo.