En esta época del año es muy habitual que puedan ocurrir problemas como contrapisos o revoques “quemados” por la acción de las bajas temperaturas que se comienzan a registrar cuando baja el sol y por consiguiente la temperatura.
Esto ocurre cuando probablemente la mezcla no alcanzó el endurecimiento o curado necesarios, y el congelamiento del agua que tenía puede provocar estragos en la estructura interna del material.
Por este motivo conviene tomar una serie de precauciones con el fin de evitar o minimizar los daños que se producen muchas veces en los rubros denominados “húmedos” de una obra, y que están directamente vinculados con las mezclas para estructuras, contrapisos o revoques.
Hay cada vez más conciencia entre los profesionales y constructores que en ciertas condiciones se debe recurrir a las posibilidades que la industria brinda en la actualidad. El empleo de aditivos químicos se ha ido generalizando hasta el punto de constituirse en un componente habitual de los hormigones y morteros.
Sin embargo su empleo debe ser considerado cuidadosamente, siendo aconsejable verificar cuál es su influencia en otras características del material, distintas de las que se desea modificar.
Los mismos fabricantes aconsejan el conocimiento completo de la forma de actuar de cada aditivo para efectuar una correcta elección. Esto permitirá además conocer las limitaciones de cada producto, y no someterlo a exigencias superiores a las previstas.
La proporción de empleo debe establecerse de acuerdo a las especificaciones del fabricante, debiendo posteriormente verificarse según los resultados obtenidos en obra o, preferentemente, mediante mezclas de prueba.
Una recomendación que también se repite en los distintos productos disponibles en el mercado es, en la medida de lo posible, la reducción del agua de amasado y una temperatura adecuada de la misma. Además se hace hincapié frente a las temperaturas más bajas, en la protección de los materiales que se usarán para las mezclas como la arena o la piedra.
BENEFICIOS
Entre los beneficios que los especialistas asignan al uso de los aditivos se encuentra en primer lugar el ahorro de cemento. Afirman que los plastificantes permiten una reducción de cemento de entre el 8 y el 12 por ciento, de acuerdo al tipo de agregados y a la dosis utilizada.
Y que los aditivos superfluidificantes permiten una reducción hasta del 25 por ciento. “Al reemplazar cemento por aditivo hay una gran economía, es decir el valor del aditivo es mucho menor que el del cemento ahorrado” explican.
Los aditivos se usan disueltos generalmente en el agua de amasado del hormigón. La cantidad es un pequeño porcentaje del peso del cemento. Por ejemplo, para un hormigón de 300 kilos de cemento por cada metro cúbico y Sikacrete al 0.7 por ciento del peso del cemento, se necesitarán 350 gramos de aditivo por cada bolsa de cemento de 50 kilos.
CALOR
Los acelerantes, al desencadenar rápidamente la reacción de hidratación, producen un incremento importante en el calor que se desprende en ella y el pico de temperatura se hace mayor. Además, el acelerante disuelto en el agua de amasado hace que la fase acuosa tenga un punto de congelación más bajo, con lo cuál , y a pesar del frío intenso, el hormigón fragua y adquiere resistencia mecánica.
Los especialistas afirman que la utilización de acelerantes disminuye el período de protección y permite una remoción más rápida de encofrados.
Los aditivos no clorados son especialmente indicados para hormigón armado, y se deben agregar al agua de amasado. Por su parte los aditivos basados en cloruros aumentan el potencial de corrosión del acero de refuerzo.
SEGUN LAS NECESIDADES
La principal función de un aditivo es modificar las propiedades del hormigón y el mortero, mejorando la plasticidad, dureza, resistencia y fraguado de sus materiales.
Según sean las necesidades se pueden usar aditivos acelerantes y retardantes, impermeabilizantes, adherentes y mejoradores de resistencias, expansores y plastificantes, reductores o incorporadores de agua, curadores y desencofrantes.
Por su parte los plastificantes son aditivos que aumentan la plasticidad o fluidez del hormigón y que por lo tanto permiten rebajar la cantidad de agua de la mezcla (por lo cual se dice que son reductores de agua) con el consiguiente incremento de la resistencia del hormigón. Permiten rebajar la cantidad de cemento en la mezcla para obtener iguales resistencias.
Los aditivos superfluidificantes son de alto poder que permiten conseguir reducciones de agua mucho mayores que los plastificantes o alta fluidez sin el agregado de agua.
En el listado de este tipo de productos se encuentran los retardadores de fraguado que son aditivos que permiten retrasar el endurecimiento del hormigón a fin de ampliar el tiempo de colocación o de transporte. Su efecto se mide en porcentaje. Por ejemplo, una mezcla determinada fragua (se endurece) a las 2 horas. Si usamos un retardador (que retarde el 50 por ciento), significa que dicha mezcla tardará 3 horas para fraguar.
IMPERMEABILIZANTE
PARA TANQUES
Se usa para evitar filtraciones en tanques nuevos y viejos. Sirve para sellar e impermeabilizar internamente. Es un producto de rápido tratamiento.
Ahora la tecnología permite impermeabilizar tanques internamente, mediante un revestimiento líquido de base solvente, que sirve para el sellado y la impermeabilización de tanques de agua de mampostería o fibrocemento.
Su formulación le otorga gran adherencia a superficies limpias aún húmedas, lo que es fundamental al tratarse de tanques, donde la rapidez del tratamiento tiene particular importancia. Su absoluta indisolubilidad en agua una vez aplicado, lo hace especialmente adecuado para su aplicación en tanques de agua.
Para preparar la superficies vírgenes, hay que cepillar para eliminar partículas sueltas y luego humedecer. En el caso de tratarse de superficies antiguas, aconsejan eliminar perfectamente todo resto de sarro, musgo o revestimientos anteriores y humedecer.
Plavicon Tanques se aplica con rodillo o pincel en dos manos, dejando secar por lo menos de 6 a 8 horas la primera antes de aplicar la segunda.
Una mayor ventilación favorece la rapidez de secado del producto aplicado.
Para obtener mejores resultados aplicar con pincel en movimientos circulares procurando que la pintura penetre en el sustrato y luego nivele con pasadas verticales y/o horizontales.
Es importante permitir un perfecto secado entre manos y especialmente de la mano final antes de volver a llenar el tanque para su utilización. Esto se hace para no correr riesgos de que el producto aún húmedo se disuelva.
No se debe reutilizar el tanque en un período menor de 48 horas. Y hay que tener presente que este producto no es indicado para tanques que contengan líquidos de probada agresividad tales como solventes o productos químicos, ni tampoco en tanques metálicos.
Dentro de las recomendaciones de aplicación hay que tener cuidado de que el rodillo o pincel de aplicación deben estar secos y limpios para evitar que contengan polvillo. No incorporar agua al producto.
Hay que trabajar en ambientes ventilados evitando la inhalación de los vapores de esta pintura. Inclusive aconsejan utilizar mascarilla durante la aplicación.
Es aconsejable lavar y enjuagar el tanque tratado con abundante agua antes de proceder a utilizarlo en forma corriente.
Se requieren de 6 a 8 metros cuadrados por cada litro por mano, variando según el tipo de superficie y la absorción que ésta tenga.