Un terreno encantado de magia ancestral, el bosque de arrayanes, la paz del lago, enmarcan el entorno de esta casa encallada  en la isla de Chiloé al sur de Chile a donde se accede exclusivamente en bote, reforzando el carácter de belleza natural y aislamiento de la vivienda.
Cincuenta y siete metros cuadrados cubiertos, y otros ciento cuarenta de terrazas y pasadizos conforman la vivienda, en donde cada rincón fue pensado bajo la premisa de la intensa conexión con la naturaleza.
“Quedé seducido por la tranquilidad y lo inhóspito del lugar... imaginaba una cabaña perdida en el bosque, con terraza en el techo para aprovechar la vista panorámica del lago, en medio de la naturaleza, con su flora y fauna silvestre de pudúes, ciervos, el chucao, y el pájaro de bosques templados” dice su propietario. A sólo 20 minutos de Castro, la población de mayor tamaño de la isla, este es territorio de leyendas indígenas, mezclado con tradiciones de los misioneros alemanes que se asentaron el siglo XVIII, hechizante por su exuberancia, cargado de mitología, e historia. El terreno fue escogido por obvias razones: sus innumerables vistas y paisajes, y esa combinación de campo y mar que tiene la isla. Chiloé es un lugar que ofrece mil opciones de entretenimiento, como la pesca o las caminatas, y gran diversidad de sensaciones.
Este proyecto fue la oportunidad para que  el arquitecto Alberto Moletto -con la colaboración del arquitecto Ignacio Pardo- vertiera su sensibilidad y conocimientos, lo cual representaba un importante desafío ya que esta cabaña fue una de sus primeras creaciones.
“La construimos en el 2003, teniendo en mente un refugio donde lo importante es la vida outdoors.  Alberto estaba recién recibido y le plantee la posibilidad del proyecto, con ciertas exigencias, como la terraza en el techo, la escalera exterior, lugares para aprovechar la vista panorámica. Un moderno shelter que conservara la idea del espacio único, donde se comprendiera el territorio cercano desde las diferentes alturas que existen en la casa.

También requería el uso de las maderas nativas del lugar, con un diseño contemporáneo, pudiendo utilizar las técnicas constructivas y materiales del lugar”, afirma su propietario. El arquitecto supo interpretar los requerimientos con su propia visión dando lugar a un juego de volúmenes que que se aleja de convencionalismos, resuena en concordancia con el entorno sin irrumpirlo abruptamente.
 Propietario y arquitecto se dispusieron a organizar ideas, haciendo distintos dibujos hasta dar con el diseño actual. Moletto disfrutó del proceso de creación: “La casa intenta reinterpretar el espacio de vida de los habitantes de Chiloé, no trata de ser ningún tipo de arquitectura especifica, simplemente es una respuesta al lugar y al territorio. El terreno, dominado por una fuerte pendiente y la presencia de una vegetación dominada por altos árboles se prestaba para crear una vivienda en armonía con su entorno, sencilla y moderna. En cuanto a la relación con el propietario, fue una experiencia muy agradable, ya que no existieron restricciones, por el contrario, el cliente se transformó en un personaje fundamental a la hora del proyecto, aportando varias ideas que finalmente fueron materializadas en la casa. Tal vez las únicas restricciones estaban dadas por la ubicación del inmueble y su difícil acceso” explica Moletto.
El primer aspecto a solucionar fue el tema de la lejanía y el difícil acceso al terreno. Se ideó una logística que consistía en una balsa para cargar materiales y una yunta de bueyes para subirlos hasta el lugar de la casa. Las herramientas no podían ser eléctricas y la mano de obra debía darse por gente del lugar y así utilizar las técnicas constructivas propias de los sistemas de vivienda de Chiloé.
Al definir la arquitectura, se escogieron materiales de la zona, como la estructura de canelo, el revestimiento interior de cedro y el revestimiento exterior de tejuela de alerce, maderas que combinadas con el vidrio y el acero en los detalles, resultan resistentes al clima y de bajo mantenimiento. Dentro del diseño interior, se eligieron materiales que subrayan la calidez de los ambientes y su comunicación con el exterior. “La casa tiene un revestimiento continuo de madera de coihue, la cual domina todo el interior, también se propuso el diseño de una mesa con ruedas en la sala y así poder variar el espacio de acuerdo a su uso”, explica Moletto. El resultado final es una vivienda que tiene fuerza en su verticalidad insinuada por la vegetación que la rodea, donde cada uno de sus recorridos da cuenta de su comunicación con el afuera. Sobre las copas de los árboles, se extiende la terraza, una amplia cubierta desde donde se domina el territorio y su sistema de escaleras que se explayan como lugares de tránsito entre las diferentes alturas y facetas de la arquitectura. Acogedora y confortable, esta obra brinda a sus visitantes un lugar idílico de serenidad y conexión con la esencia de la vida.
Su propietario no podría estar más satisfecho con la vivienda, y la disfruta plenamente: “Mi lugar preferido en la casa es el primer nivel con la estufa a leña y la vista a través de los termo paneles. Este espacio permite disfrutar el diseño de la cabaña y el exterior, único en las noches estrelladas. Así mismo, la terraza del techo en verano, es ideal para tomar el sol, ya que se está completamente sólo en medio de la naturaleza. Paso mucho tiempo al exterior, en el jardín, y en el interior, en el primer nivel al lado de la estufa a leña cocinado algo.” Este hogar en tierras remotas brinda protección y contención a la vez que se extiende hacia el paisaje difuminando los límites entre el adentro y el afuera. 

Habitación
El dormitorio principal se balconea sobre el estar, por lo que participa de SU ambiente con gran fluidez. Este espacio, a mayor altura, domina el nivel de las copas de los árboles, por lo cual se respiraN frescura y paz en todas sus esquinas. Algunos de los muebles fueron construidos in situ; otros, mandados a hacer en Santiago. Todo el material de construcción fue transportado en balsa a través del lago Y Luego, en yunta de bueyes hasta la cabaña –a 70 metros, aproximadamente, de la orilla del lago–. Todos los muebles y accesorios fueron traSLADADOS de la misma MANERA.

Interior
Las circulaciones verticales, tanto interiores como exteriores, van dando cuenta de la transición entre las alturas existentes en el lugar. La madera que recubre las superficies da la sensación de seguridad y confort de un hogar. En cuanto a la iluminación, la casa no posee luz artificial. Esta se dejó proyectada para un futuro, instalADA por el perímetro interior del volumen, donde la casa se iluminaría desde las circulaciones. Por un tema de costoS, se intentó que la iluminación fuera lo más eficiente posible.

EL HABITAT
La ubicación de la casa, en
la inconmensurable cordillera chilena (En la foto superior). PARECE PERDIDA.
El resto, postales que terminan de COMPONER el entorno de esta obra, del arquitecto Alberto Moletto.

Fachada escaleras
Directamente desde el dormitorio, las escaleras conducen a la terraza. Esta fachada de un solo plano casi sin aberturas tiene el dinamismo de la línea diagonal. Además de servir como comunicación entre una planta y otra, esta escalera ligera y discreta cuenta con una excelente vista hacia al exterior. La tejuela de Alerce, muy utilizada en las construcciones de la región, toma aquí un matiz contemporáneo.

Terraza
La terraza en la cubierta es la que domina la totalidad del territorio en sus cuatro frentes y sus límites están dados por las condiciones geográficas del lugar. El barandal con tensores de hierro hace que la barrera sea invisible pero segura.

EL HOGAR
ENLA PLANTA PRINCIPAL –EL LUGAR DE REUNION DE LA CASA–, LA CONEXION CON LA VEGETACION ES MAS INTENSA DEBIDO A LA PROXIMIDAD DEL TERRENO. LA MESA MOVIL HACE QUE EL ESPACIO SE PUEDA TRANSFORMAR PARA DISTINTAS ACTIVIDADES. LA COCINA DE HIERRO, LA GRAN PROTAGONISTA.