Otra vez en nuestra región se ponen en marcha concursos para elegir anteproyectos.
Es el caso al menos de dos edificios: uno en Viedma para el Ministerio de la Familia, y otro para el Juzgado municipal de Faltas en San Patricio del Chañar, una localidad que tiene una rica historia previa con este sistema, ya que su municipio a recurrido en más de una oportunidad a esta herramienta de selección de trabajos de arquitectos.
En el primero de los casos mencionados la convocatoria tiene su cierre el 9 de mayo y el concurso es de “carácter regional patagónico a una sola prueba”, pudiendo presentarse arquitectos inscriptos en los colegios profesionales de Río Negro, Neuquén, Buenos Aires, La Pampa, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
En este concurso actúan como asesores los arquitectos José Enrique García y Saby José Crudo en representación del colegio profesional rionegrino, y la arquitecta Beatriz Marucci por parte del ministerio de la Familia.
Dentro de las consideraciones generales se menciona que el concurso se basa en la “ejecución de un anteproyecto para el edificio del ministerio de Familia que forma parte de la administración pública del gobierno de la provincia de Rio Negro. Es necesario que cuente éste ministerio con su edificio propio en la ciudad de Viedma, para cubrir las actividades administrativas, inherentes a la organización. La propuesta deberá contribuir a reforzar el carácter capitalino que forma parte sustancial de la identidad de la ciudad”.
Además el programa de arquitectura contempla el uso de tecnologías constructivas acordes con el lugar desde el punto de vista climático y disponibilidad regional, tanto en materiales como en mano de obra”, debiéndose procurar “una economía de diseño que permita racionalizar la construcción con la utilización de tecnología y materiales disponibles que requieran un mínimo mantenimiento en el futuro”.
Y también se destaca en las bases que el anteproyecto será valorado por el logro “de un producto y de una imagen arquitectónica operativa, calificada, contemporánea y en lo posible innovadora que genere un hito en la arquitectura local”.
El segundo concurso mencionado, tiene por su parte como fecha límite de entrega de los trabajos el 2 de mayo y de acuerdo a lo planificado el veredicto del jurado se conocerá el día 11 del mismo mes, según lo señalado en las Bases del mismo.
En ellas se detalla que el concurso tiene como finalidad “dotar a la localidad de San Patricio del Chañar de una construcción que albergue al juzgado municipal de faltas con la particularidad que su funcionamiento deberá ser acorde a lo especificado en la nueva carta orgánica de la localidad. Esta explicita un nuevo modelo participativo para este tipo de actividad”.
Pueden participar arquitectos de las provincias de Neuquén y Rio Negro.
En definitiva estas dos convocatorias, así como otras anteriores revisten el carácter distintivo de algunos sectores del estamento público, ya que no responde a criterios demasiado arraigados, salvo excepcionales ejemplos como el mencionado de San Patricio del Chañar.
Como se ha señalado en reiteradas oportunidades desde este suplemento de diseño y arquitectura, el mecanismo del concurso abierto tiende a equiparar posibilidades y mejorar resultados, evitando en general el “festín de unos pocos”, que suele ser la manera más corriente y censurable de elección de anteproyectos y proyectos para edificios estatales que en definitiva, y aunque huelgue decirlo, serán construídos precisamente con fondos públicos, aunque algunos entiendan lo contrario.