Cuando uno la conoce no imagina una mujer impulsiva. Sin embargo, cuando empieza a contar cómo llegó al arte, Lorena Guanella demuestra ser una persona arriesgada y, como se ve en la diversidad de sus obras, siempre dispuesta a romper los esquemas.
“Entré en el INSA, en Roca, en el ‘96 -comienza diciendo-. Venía de estudiar administración de empresas en Buenos Aires que era lo que tenía que hacer porque había estudiado en un secundario con orientación en administración y pensaba que estudiar eso me iba a dar plata. Lo que no pensé es que no me gustaba nada”, sonríe.
“El arte siempre me había gustado, la inclinación la tenía, pero nunca se me había ocurrido hacerlo como carrera. Cuando llegué de Buenos Aires estuve un año trabajando con mi papá en Choele Choel y después me mudé a Roca, donde había nacido y vivido la mayor parte de mi vida. Llegué en diciembre, me puse a trabajar, cosa que hice siempre desde los 18 años, y me anoté en el INSA. No sé porqué me anoté pero me recibí en el 2002”, sintetiza.
Desde ese momento su producción de obra crece y se diversifica. “Tengo varias series. Es depende de lo que me salga. A veces comienzo por algún motivo una serie de flores o paisajes o desnudos y luego llega un punto en que siento que ya está completa”.
“La serie de la maternidad comenzó de la nada, realmente no hubo un detonante sino que sentí que tenía que pintar eso. Empecé con cosas más bien simples hasta que concluí con un tríptico grande muy realista. Cuando lo terminé sentí que ya había terminado la serie. Un mes después quedé embarazada de mi primer hijo. Tal vez no había aparecido tan de la nada la idea, ¿no?”, reconoce con una sonrisa.
También tiene una serie de desnudos en técnica mixta en la que utiliza collage. “He puesto cartas, papeles y hasta una camisa que tengo desde los 15 años y no quería deshacerme de ella y ese fue el mejor lugar. Me cuesta hacer desnudos sin tener un modelo vivo y me inspiran mucho más los cuerpos de mujeres por sus curvas, sus formas, sus volúmenes que los de los hombres”.
Otras veces, Lorena pinta por encargue. Explica que cumplir con los deseos o las ideas de otras personas no afectan su creación como artista. “Hacer un cuadro por encargue es para mí una responsabilidad enorme. Lo que es del cliente es el tema en general pero la manera, la técnica, la cantidad de pintura, todo eso corre por mi cuenta. Trato de interpretar lo que el cliente me pide. A mi me gusta mucho la decoración y muchas veces me engancho a hacer un cuadro para una pared en especial de una casa o algo así dentro de la temática que manejo”.
“Hay cosas que no hago, como animales que no se hacer, lo que no me interesa lo derivo a otro artista que lo haga bien. Pero lo interesante de trabajar así es que es gente a la que le gusta y valora lo que uno hace. No me hago mucha publicidad y soy bastante tímida, pero el boca a boca genera venta y a veces cuesta que la gente vea que lo original tiene otro precio. A la gente en general lo que pueda reconocer es lo que más le atrae, como las flores o los paisajes”. Las técnicas que usa en sus pinturas también van cambiando. “Pruebo con todo. Acrílicos, látex, y hasta brea. Mientras el bastidor lo aguante voy probando. Lo mismo con los formatos. Es piola diversificar un poco, me gusta romper los esquemas”, reconoce.
Lorena Guanella estudió el Profesorado Nacional de Artes Plásticas en el INSA y actualmente está preparando su tesis para concluir la Licenciatura en Artes Visuales en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), en Cipolletti.
Pero además, en el tiempo que encuentra entre la crianza de sus dos hijos y su trabajo en el Museo Municipal de Bellas Artes de Roca, hace todos los seminarios que puede.
“De los artistas que han venido a Roca y que conocí en seminarios los que más influyeron fueron Pérez Célis y Luis Felipe Noé -afirma-. El primero fue muy discutido, pero para mí fue muy importante. Otro artista que fue muy importante fue Antonio Pujía que es escultor. Me encantó sobre todo por su aspecto humano, eso te enseña más allá del arte en sí”.
“A fines del 2005 fui seleccionada junto con otras 18 personas para participar de las clínicas que aún sigue dando Eduardo Médici en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Sánchez. Ahora el 14 de abril vamos a hacer una muestra colectiva entre todos los participantes del taller. Fue muy importante para mí porque me incentivó a pintar. Ahí comencé a depurar mi obra. Dentro de lo que es expresivo intento mantener la frescura, lo espontáneo, pero más depurado de color. El que voy a presentar en el museo es completamente blanco con una mancha negra”, describe Lorena.
(Mariana Benítez)

CONTACTO: Lorena Guanella:
loreguanella@yahoo.com.ar