La “madreselva” más conocida por nosotros, es una enredadera de la familia de las Caprifoliaceas cuyo nombre técnico es Lonicera japonica. Seguramente más de uno se sorprenderá al saber que en realidad es de origen asiático y que se ha ”abierto cancha” en el país ... es nativa del Japón, Corea, norte y este de China y Taiwán.
En nuestro país se halla tan difundida, especialmente en la región del litoral y la pampa húmeda en general, que mucha gente la considera como ”de la casa” y hasta Amadori y Canaro le han dedicado un vals muy antiguo ... “Vieja pared del arrabal, tu sombra fue mi compañera ...”.
También en nuestra región es muy común verla crecer en forma silvestre a las orillas de canales de riego o desagües, donde no sólo cubre el suelo en un amplio radio, sino que se trepa a arbustos y árboles cercanos. Esto se debe a que se multiplica por semillas y por raíces adventicias que se forman en las guías que están en contacto con un suelo de cierta humedad.
Pero a esa madreselva “del año’e ñaupa”, a la que todos los que peinamos canas seguramente recordamos con nostalgia o asociamos su perfume con alguna imagen sentimental, con los años se le han agregado otras especies y variedades dignas de mencionar.
ENREDADERAS VIGOROSAS
Las “madreselvas” en general son enredaderas de rápido crecimiento y follaje perenne formado por hojas aovadas y enteras, de color verde en su cara superior y algo azuladas en la inferior. Todas florecen en primavera y verano con delicado perfume y son de vigor medio, aptas para cubrir una pérgola (recordar que no pierden su follaje en invierno) o cubrir una pared, siempre y cuando se le brinden facilidades para enredarse. Todas se multiplican fácilmente por medio de esquejes o acodos.
Lo que las diferencia es el color de sus flores. Doy los datos de uno de los tantos viveros que las ofrecen y es el principal abastecedor de los de venta al público de la región.
Lonicera japonica, “nuestra madreselva” (foto 1), tiene flores de color blanco que viran al amarillo cuando envejecen y su variedad “aureoreticulata” (foto 2) es parecida, pero las nervaduras de sus hojas son de color amarillo, dando un aspecto variegado muy llamativo.
Lonicera caprifolium ‘belgicae’ (foto 3) se diferencia de japonica por sus flores de tonalidades de rojo, rosado y amarillo.
Lonicera brownii, tiene flores con predominio de color naranja y rojo escarlata. Se ofrece la variedad ‘Dropmore Scarlet’ (foto 4).
Lonicera heckrottii tiene flores de tonalidades rosadas con predominio de amarillo, por cuya razón la variedad se denomina ‘Goldflame’ (foto 5).
Lonicera xylosteum (foto 6) es diferente a las anteriores, ya que sólo forma un par de flores en cada nudo, pero es también muy perfumada. Me regalaron un esqueje en Bariloche, que enraizó sin problemas en mi jardín.
OTROS TIPOS
También hay especies que crecen en forma muy baja como Lonicera nítida (foto 7), que tiene follaje compacto formado por hojas muy chicas, perennes, de color verde claro, y sus variedades ‘Bagessen Gold’ (foto 8) de follaje color amarillo oro, y ‘Red Top’, de brotes terminales color rojo púrpura y flores blancas y perfumadas, todas aptas para borduras.
Lonicera nitida ‘Silver Beauty’, es de follaje verde grisáceo, lento crecimiento y crece en forma semihorizontal.
También se menciona a otras como Lonicera tatarica, pero no estoy seguro de que las pueda conseguir en nuestra región.
CURSO EN NEUQUEN La Asociación Amigos de la Jardinería, entidad civil sin fines de lucro de la ciudad de Neuquén, hace saber que el 8 del corriente ha dado comienzo el Curso de Jardinería que año a año dicta en esa capital.
Los profesores Humberto Burgo, Norberto Raffo y Delia Rueda, todos de amplia experiencia en la región, especialmente el fundador de la asociación, Daniel Auer, tendrán a su cargo la orientación de los alumnos en este apasionante mundo vegetal.
Se llevan a cabo en su local social de Buenos Aires 1.234, Neuquén capital, siempre los jueves de 19 a 21.
Sigue abierta la inscripción. Para mayores informes, dirigirse a la señora Ada Marazzato (e-mail= marazzatoada@yahoo.it) o el día y horario de clases en la calle Buenos Aires.
CARTA DE LECTORES!
Hace aproximadamente un mes observé que una de mis 6 madreselvas que trepan a un cerco de aproximadamente 1,40 metro, comenzaba a secarse en uno de sus tallos.
Mi marido, que había estado cortando el césped, me dijo que podría haber cortado sin querer uno de los tallos principales. Pero luego de volver de las vacaciones confirmo que, a pesar de haber podado antes de irme las ramas secas, otras madreselvas también tienen secos algunos de sus tallos.
Las rocié con aceite emulsionado, ya que así curo mis frutales, pero no veo mejorías.
¿Hay alguna plaga que la ataque? Y si fuera así ¿cómo la elimino?
Desde ya muy agradecida por su respuesta y por la sección del diario que todos los domingos leemos.
Laura
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Curar con aceite emulsionable, aunque sea preventivamente, es una buena medida, pero hay que tener en cuenta que no todas las plantas resisten bien una capa de aceite sobre su hojas si hace calor, por lo que siempre, en caso de duda, hay que hacer una aplicación muy parcial para ver los resultados, antes de aplicarlo en forma total.
No creo que la pérdida de un tallo sea ocasionado por una plaga, ya que en ese caso afectaría principalmente su estructura de hojas, como sería por ejemplo algún tipo de arañuela. La madreselva más cultivada (Lonicera japonica, ver texto central), es sumamente resistente a plagas y hasta ahora no he visto ataques severos que pongan en riesgo su existencia.
Me inclino a pensar que hay un problema en la zona radical. Le recomiendo que verifique si la capa de tierra es suficiente para que crezca bien. Muchas veces se plantan enredaderas y trepadoras muy cerca de muros que tienen cimientos a poca profundidad. De esa forma, por más que se riegue, el agua se evapora muy rápidamente, más si es una pared expuesta al sol. Esto se puede minimizar con una buena capa de mulch que las proteja o simplemente colocando ladrillos sobre el suelo en la zona radical, para que le den sombra y frescura en verano.
Si fuera falta de riego, se puede constatar observando las hojas. Si éstas muestran sólo los bordes quemados, es que falta riego o hay mucho salitre. Si por el contrario las hojas no muestran esta señal, es muy probable que esté afectado sólo un sector de la raíz.