eguramente usted quedará gratamente sorprendido por las imágenes que le acompañamos para esta última edición del año y no creo que lo haya visto, al menos en la región del Alto Valle, pues estas fotos fueron hechas por mí en un corto viaje a las sierras cordobesas.
A mí me sucedió lo que tantas veces ... lo localicé en una esquina, plantado en una vereda y me lo marqué mentalmente. A la madrugada siguiente, con poca gente en las calles, le saqué estas fotos para ustedes y para poder identificarlo.
En un primer momento, por la forma de sus flores colgantes, lo agrupé dentro de los Abutilon, o sea los “farolitos chinos”. Al regreso a Roca, por internet me dediqué a su búsqueda por esos datos, pero no lo identifiqué, hasta que la forma de sus hojas me resultó conocida y me dije ... “no será un hibisco” ...
Allí si apareció en profusión. El nombre científico es Malvaviscus penduliflorus y es de la familia de las Malvaceas. Los nombres comunes son “malvavisco”, “falso hibisco”, “tulipancillo” y “cigarro”, por la forma de sus flores, que parecen cigarros hechos de papel crepé y que nunca se abren, dejando sólo al descubierto sus largos pistilos.
Su origen es Sudamérica, desde Perú a Colombia.
Es un arbusto muy ramoso, que alcanza los 3 metros de altura y similar desarrollo lateral y que con paciencia puede ser conducido como pequeño arbolito, tal como se aprecia en las fotos.
Es de crecimiento rápido y follaje perenne a semicaduco, lo que depende del frío invernal. En nuestra región, posiblemente pierda parte de su follaje y si las temperaturas son inferiores a -3ºC es posible que se hiele, pero aseguran que rebrota en la primavera siguiente, con lo cual es más aguantador que la “rosa china” (Hibiscus rosa=sinensis), del que es primo hermano.
Las flores son de color rojo fuerte y 3 a 5 centímetros de largo. En internet he visto también de color rosado pálido, casi blanco. Protegido de los fríos, puede presentar abundancia de flores todo el año, pero necesita estar protegido del viento.
No requiere poda, pues de ello se encargarán seguramente nuestros fríos invernales. En cada primavera, una vez que se inicie la nueva brotación, se quitan las ramas secas.
La buena noticia es que figura en catálogos de viveros de Buenos Aires, pero como Malvaviscus arboreus, que se diferencia de éste sólo por tener las flores erguidas. Si se lo pide a su proveedor habitual, casi con seguridad lo podrá plantar en su jardín.
Se multiplica fácilmente por esquejes.
COSA E´ MANDINGA
Esto es posiblemente un palo borracho de flor amarilla, a juzgar por la típica forma de botella que ya está tomando su tronco. Es en una vereda de Roca, a merced del viento y del frío y es un misterio para mí adivinar como su feliz cuidadora, quien lo ha plantado generosamente para el disfrute de todos los pasantes, logra que sobrevida a nuestro clima.
Hace años que quiero tener uno en mi jardín y no me puedo dar el gusto, porque invariablemente se me hiela. Si el tema pasa por la “buena onda”, esta noche, con las doce campanadas, voy a abrir una botella de buen vino y brindar con él ... mitad para cada uno ... y a ver si se rompe el maleficio. ¡Hic! Feliz Año Nuevo!
CARTA DE LECTORES!
Señor Teodorico
Soy amante y curioso de todo aquello que nos da la naturaleza, pero tengo cierta preferencia por los árboles. Practico bonsai y me gusta verlos nacer. Por cábala, cultivo tres semillas de las que llegan a mis manos.
Han germinado en estos días 2 caldenes, 2 ceibos, 2 retamas y otros que ni el nombre sé. Además dos “chivatos”, un árbol muy lindo (litoraleño), muy bella flor y el fruto es una vaina que llega a 40 ó 50 centímetros. Cuando se seca, al sacudirla hace un ruido fuerte.
Los wichis y matacos de Formosa, los usan para danzas autóctonas. ¿Podría decirme algo sobre este árbol? Se parece al jacarandá.
Cuento desde ya con su amabilidad.
Saluda con respeto
Luis - Viedma (RN)
=============
El nombre técnico del “chivato”es Delonix regia (sinónimo Poinciana regia). Delonix, del griego “delos”, evidente, notable y “onus”, uña, refiriéndose a los pétalos notablemente unguiculados. Regia, del latín regium-a-um, real, por su grandiosidad cuando está en flor.
Es una leguminosa de la familia de las Caesalpinaceas. Su lugar de origen es Madagascar, pero hoy en día es cultivado en los trópicos y subtrópicos de todo el mundo. En la Argentina, es ampliamente cultivado en Corrientes, donde forma parte del paisaje urbano y se lo llama “chivato”. En Centroamérica es conocido también como “flamboyán”, ”flamboyán rojo”, “árbol de fuego”, “tabuchín” y “guacamaya”.
Este precioso árbol es de tamaño mediano, de 10 a 15 metros de altura, con una extensa copa en forma de sombrilla o parasol, y no son raros los individuos adultos con copas de más de 20 metros, hojas con 20 pares de pinnas (hojas compuestas). Sus flores son muy llamativas, con pétalos grandes, mientras que sus frutos son unas vainas grandes leñosas, de 40 a 60 cm de largo y de 5 a 7 cm de ancho. Es un árbol que puede llegar a vivir más de 50 años.
El tronco es de forma más bien irregular, nunca cilíndrico y por lo general se ramifica a muy poca altura sobre el suelo. En la base del tronco podemos observar la presencia de raíces superficiales, no muy altas pero sí muy largas y extensas. La corteza es de color notablemente gris, y sería completamente lisa de no ser por la presencia de abundantes arrugas o verdugones horizontales y grandes cicatrices redondas producto del desprendimiento periódico de antiguas ramas.
Si la corteza del árbol se corta con un cuchillo, de la herida brota lentamente una abundante cantidad de savia espesa y rojiza que se endurece en contacto con el aire, y cuya función, es sellar e impedir la entrada de insectos o enfermedades por la herida.
Si bien en los trópicos es de follaje perenne, en otras regiones de clima cálido y árido, durante los meses secos del año, tira todas sus hojas para dar paso a las flores y las nuevas hojas brotan poco tiempo después cuando el árbol aún se encuentra en plena floración. Sin embargo, curiosamente hay árboles que nunca tiran las hojas durante la estación seca, y su follaje verde se combina notablemente con la floración rojiza, así como también hay árboles que tiran las hojas por completo, las cuales emergen hasta muchos meses después cuando todos los frutos ya han madurado.
Se multiplica por semillas, que deben someterse a tratamientos de presiembra para ablandar las cubiertas (sumergir de 3 a 5 minutos en agua hirviente) o cortar una punta de la semilla. Para más seguridad, se podría perforar el tegumento en un costado, para evitar dañar la radícula.
Puede resistir fríos de hasta -3ºC
Fuente: http://floraguide.es/arboles/Delonixregia.htm