| Una de las cosas más importantes para tener en cuenta a la hora de decidirse a criar palomas es asegurar que la ventilación del palomar sea como una “botella de oxígeno”, que entre por abajo y salga por arriba. Luego de haber acondicionado su nueva vivienda es momento de conocer sus costumbres y necesidades. La reproducción de las palomas es un tema bastante atractivo. Cuando la paloma está en celo realiza un vuelo especial, planea con las alas manteniéndolas en posición elevada. Una vez que llega al suelo, el cortejo continúa: hincha su pecho, se inclina hacia la hembra y emite el típico graznido inequívoco de las palomas. Mientras tanto “la hembra baja la cabeza”, esta es la señal para que “el macho la pise”, nos aclara Carlos Molina desde su experiencia en la cría de este animal. La hembra construirá después un nido para poner los huevos, a base de materiales que encuentre por el palomar, pero si se desea se puede comprar uno hecho que se encuentran fácilmente en pajarerías o establecimientos específicos para animales. Cubrirlo de pajitas o pelo de cabra para que la mascota se sienta más cómoda. El experto explica que la hembra pone el primer huevo “10 días después de la cópula y a las 19 horas”. El segundo huevo aparece al día y medio, a las 14 horas, y a los 17 días “nacerán los pichones”. Los huevos son incubados tanto por el macho como por la hembra. Generalmente el macho realiza esta actividad en horas del mediodía. Cuando nacen las crías los primeros días presentan un aspecto frágil y endeble, pero no hay que preocuparse ya que no necesitan cuidados especiales. Molina concluye el relato de su destreza y veteranía en la cría de palomas asegurando que son alimentadas sin ningún tipo de problemas “por una papilla que se forma en las glándulas de sus padres”, explica. Como se puede observar, se trata de una afición que reportará grandes satisfacciones.
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