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Domingo 19 de Noviembre de 2006
 
 
 
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  CONFORT ACUSTICO
No hay nada mas molesto que concurrir a un lugar donde retumba todo lo que se habla. proponen soluciones para esta situacion.
 
 

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Cualquiera que haya concurrido a algún restaurante en el que el bullicio generado en las múltiples conversaciones mantenidas en cada mesa se entorpecen mutuamente generando un ambiente ruidoso que dificulta la conversación. Esta situación obliga a un continuo elevar de la voz para superar al ruido de fondo de las demás conversaciones, lo que también hacen las demás personas, entrando en un círculo vicioso que se corta sólo cuando se retira una determinada cantidad de gente, determinando el fracaso de la reunión.
Este es un problema común no deseado que se presenta por igual en todo el mundo cuando el recinto no tiene un tratamiento acústico específico, lo que ha dado origen a un modelo de tratamiento conocido como “Cocktail Party Effect”. Es una situación particular que trata con fuentes sonoras (cada persona hablando) distribuidas, que deben ser inteligibles solo dentro de su grupo, por lo que se aparta de los tratamientos típicos de la acústica de salas (fuentes sonoras confinadas -escenario- que deben escucharse en todo el recinto) y el control de ruidos (fuentes sonoras distribuidas que deben escucharse lo menos posible).
El proceso que da origen a este problema es el de las reflexiones sonoras en el contorno del local. La conversación, que no es más que una de las formas que adopta el sonido, viaja no sólo hacia el o los oyentes (campo sonoro directo) sino también en las demás direcciones afectando a las otras mesas. Pero también llega hasta el techo y las paredes reflejándose, esto genera fuentes sonoras virtuales como si nuevos oradores estuvieran ubicados en las paredes y techos y desde allí dirigieran sus palabras dando lugar al llamado campo sonoro reverberente. Estos “oradores virtuales” no representan ningún beneficio para los integrantes de la misma mesa ya que todos ellos se encuentran en el campo sonoro directo de su orador real. Por el contrario, representan la mayor parte del sonido indeseado que reciben los integrantes de las demás mesas.
Una mejora en el problema pero con grave perjuicio económico es disminuir la cantidad de grupos (o mesas) para atenuar la carga sonora total o, lo que es lo mismo, aumentar la separación entre ellas. Otra forma es disminuir la distancia entre interlocutores (tamaño de las mesas). La solución racional es aumentar la capacidad absorbente sonora de los contornos del local a fin de eliminar las reflexiones del sonido (“oradores virtuales”) dentro del marco del modelo “Cocktail Party Effect”.
En forma resumida, el tratamiento consiste en lograr que la capacidad absorbente del local en el rango de las frecuencias de la palabra sea tal que el campo sonoro reverberante no supere en intensidad al directo de cada orador en cada mesa. Esto hará que la señal (la voz del orador) sea por lo menos igual al ruido de fondo (las conversaciones de los demás). Esto se logra con una adecuada capacidad absorbente de los contornos y una distancia mínima entre mesas y máxima entre interlocutores que se deben fijar.
Como una guía simple para encarar este tipo de tratamiento podemos representar el siguiente ejemplo: si se tiene un local de 10 m x 25 m y 3,5 m de altura (planta igual a 250 m2, área total igual a 745 m3) se pueden ubicar hasta unas 17 mesas si se trata sólo el 50 por ciento del techo con las placas absorbentes ignífuga de 35 mm de espesor; o hasta unas 30 mesas con un tratamiento en la totalidad del cielorraso, considerando una distancia entre interlocutores de 0,80 cm a un metro. Mayor cantidad de mesas (o menor distancias entre las mesas) comprometería el confort de los asistentes en cada uno de los casos tratados. Cuando el tratamiento del cielorraso sea parcial, debe procurarse que la distribución de las placas sea lo más uniforme posible, evitando concentrarlas en un solo sector. En todo lo anterior no se tuvo en cuenta problemas puntuales de mesas ubicadas próximas a paredes, especialmente en esquinas que actúan como “espejos” del sonido. En estos casos debe tratarse adicionalmente a esos sectores, no incluyendo a estas áreas en los cálculos descriptos.

   
Colaboró en la nota:
Departamento Técnico Sonoflex
www.sonoflex.com 
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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