Número de Visitas  
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
  podio
RURAL
DEBATES
GUIA OCIO
eH! HOGAR
Espectáculos
ECONOMICO
CULTURAL
ENERGIA
 
Domingo 29 de Octubre de 2006
 
 
 
>>EDiciones ANTERIORES
   
 
  EL MUNDO DE LAS “FALSAS ACACIAS”
El nombre técnico es Robinia pseudoacacia, de las que la más conocida es la “acacia blanca”, por el color de sus flores. Es la única que tiene espinas.
 
 

Click para ampliar

La página de este domingo me ha resultado ciertamente muy fácil ya que la han definido nuestros lectores. A las contribuciones recibidas sobre la glicina (ver recuadro) se une el llamado de un amigo que me comentó sobre unos árboles “imperdibles ... los tiene que ver”, me dijo.
Por suerte uno de nuestros fotógrafos pudo captar las imágenes de este grupo de árboles que realmente llaman la atención. Se trata de una variedad de lo que comúnmente llamamos “acacias”, pero en realidad, como el título lo dice, son “falsas acacias” y el nombre técnico es Robinia.
El representante más característico de estas especies es la “acacia blanca” (Robinia pseudoacacia), la que crece profusamente en todo el Alto Valle y es sumamente resistente, especialmente a frío y sequía. Recuerdo haberla visto en profusión en Andacollo (Neuquén) en la década del 80, donde ya se había constituido en el árbol emblemático de la ciudad.
Se multiplica con mucha facilidad de semilla, a punto tal que se ha hecho invasora y es así como la vemos en las orillas de nuestros canales y acequias y hasta en chacras abandonadas, donde en poco tiempo forma bosquecillos muy bonitos ahora, en la época de floración, o sea la última quincena de octubre. Es muy molesta, porque sus troncos y ramas tienen gruesos aguijones sumamente agresivos.
La variedad de robinia que hoy nos ocupa es la conocida como Robinia pseudoacacia “Casque Rouge” y tiene una profusa floración de largos racimos de color rosado fuerte, casi rojo, según el tipo de suelo en la que se halle. También hay otras variedades que se ofrecen en los viveros de venta al público, todas ellas injertadas sobre “la madre de todas las robinias”, o sea la “acacia blanca”, y las hay con flores o simplemente con follaje destacado.
Dentro de las floríferas tenemos a la Robinia pseudoacacia decaisneana (“acacia decaisneana”), que es un árbol parecido al “Casque Rouge” pero de más rápido crecimiento y gran porte y floración de color rosado más pálido y la Robinia hispida Bella Rosea (“acacia rosada”), que es más bien arbusto o pequeño árbol que tiene las ramas, pecíolos y pedúnculos cubiertos de abundantes cerdas erguidas y racimos florales también rosados y no sirve para vereda, porque sus ramas se quiebran como cristal.
Dentro de las que se destacan por su follaje, tenemos la muy conocida
acacia bola”, Robinia pseudoacacia umbraculifera, y la Robinia pseudoacacia aurea frisia (acacia frisia), un árbol de rápido crecimiento que tiene un espléndido follaje dorado desde primavera a otoño.
Como “yapa”, dentro de las “falsas acacias” ornamentales tenemos también a la Robinia pseudoacacia tortuosa, un árbol de tipo “eléctrico”, porque sus ramas se presentan retorcidas y el follaje es de un atractivo contorneado.
Ya para fines comerciales o de forestación, debemos mencionar a la Robinia pseudoacacia rectissima (“acacia bessoniana”), que crece con copa columnar o piramidal y tronco de fuste largo.
El principal inconveniente de todas estas “acacias”, es que son muy susceptibles al ataque de cochinillas y pulgones, por lo que se las debe tratar preventivamente con dos aplicaciones de aceite emulsionable de invierno al 3% a fines de julio, repitiendo a los 15 ó 20 días. Esta aplicación se puede repetir en verano, al 2%, si se observan nuevos ataques de estas plagas.

LA GLICINA DA QUE HABLAR

Hemos recibido tres inquietudes con respecto a la glicina japonesa (Wisteria floribunda). Una de ellas contiene una serie de fotos, de las cuales acompañamos una, con el feliz propietario roquense debajo de una pérgola con profusa floración.

CARTA 1

Me gustaría me enviara información, ya que tengo una glicina de seis años y aún no ha florecido. Es por semilla.
En ediciones anteriores, usted ha comentado sobre injertos de esta planta no florecida, es por eso que quisiera saber cómo se efectúa el injerto, época del año y además de qué planta debo sacar el injerto.
Muchas gracias.
Lo saluda Marcela.

El injerto se puede hacer de yema, como en el caso de la vid. Para eso se selecciona una planta que haya florecido profusamente y se cortan estacas de madera de un año antes de que comiencen a brotar, se envuelven en papel húmedo y eso se guarda dentro de una bolsa de nailon hermética en la heladera, en el sector destinado a verduras, donde la temperatura no baja de 0º. En octubre o noviembre, cuando se despega la corteza porque la savia comienza a circular, se injerta en "T" leñoso. Para eso es conveniente buscar a alguien que tenga experiencia en injertar vides.
También se puede intentar hacer este injerto con yemas tomadas ahora, a mediados de la primavera. Se procede de la misma forma. Por lo general es necesario cortar la planta por sobre la zona del injerto, para darle fuerza a éste. Si llegara a fallar el injerto, la planta rebrotará nuevamente más abajo y se podrá reintentar al año siguiente.
CARTA 2

Hola Teodorico, le escribo por un problema que hemos detectado últimamente en la glicina. Aparece con las flores marchitas y las hojas caídas, y de un color verde oscuro casi bordó. Parece algún síntoma de frío o exceso de agua ¿podría ser? muchas gracias, espero su respuesta.

Si la glicina está en zona de chacras, puede ser producido por alguna helada primaveral fuerte, de las que hemos tenido a fines setiembre y comienzos de octubre
Si hay buen drenaje, no creo que sea exceso de agua, pero si el ésta se estanca por más de medio día, puede ocasionar ataques de hongos en las raíces. En ese caso, suspenda el riego y reanúdelo más adelante, con precaución.

   
TEODORICO HILDEBRANDT
eljardin@rionegro.com.ar
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006