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Domingo 22 de Octubre de 2006
 
 
 
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  ARQUITECTURA & DECO!
  Cirugía mayor para ganar espacio y luz natural
Patricia, una RRPP, y Tom, un inglés dj, muestran su loft reciclado de la mano de los profesionales Rodrigo Cunill y Juana Grichener.
 
 

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El pequeño hogar de Patricia O’Shea y Tom Rixton se accede por un pasillo angosto que bordea a varias viviendas, prolijo pero sin demasiado encanto.
Sin embargo, como sucede con frecuencia, las apariencias engañan: detrás del portón de madera plantado en el medio del acceso se descubre un mundo muy refrescante.
Hay una historia que corre paralela a la génesis de este hogar: Patricia, una argentina que vivió largas temporadas en Irlanda dirigiendo empresas de relaciones públicas y su marido Tom, inglés de nacionalidad y dj de profesión, decidieron dejar Irlanda para establecerse en Buenos Aires, con el objetivo de armar Home, un hotel boutique, junto a otros amigos inversionistas, entre ellos productores musicales.
Compraron un generoso terreno en Palermo Hollywood y contrataron a los arquitectos locales Rodrigo Cunill y Juana Grichener para realizar el trabajo que llevó más o menos dos años de obra hasta que se estrenó a fines del 2005 y se convirtió en el niño mimado de las mejores revistas de viajes y diseño internacionales.
Al poco tiempo, mientras estaban en plena búsqueda de una casa para ellos, encontraron cerca al futuro hotel, esta pequeña casa, (de 73m2 cubiertos y 32m2 descubiertos), que demás está decirlo, estaba en un estado deprimente pero intuían que tenía futuro. Les pareció buena idea vivir cerca del hotel y en simultáneo, los mismos arquitectos comenzaron el reciclaje de esta pequeña vivienda, originalmente una típica casa de inmigrantes europeos de principios de 1900,.
La casa pedía a gritos cirugía mayor:“Estaba en mal estado, era muy oscura, el patio estaba cerrado con techo de chapa y la cocina y el baño estaban ubicados en el patio de afuera, esa era una distribución típica de la época cuando fue construida”, dice Patricia y cuenta también que adquirió un lenguaje similar al del Home, básicamente en los materiales utilizados que aquí se testeaban antes de aplicarlos en el hotel, como sucedió con el cemento alisado que primero usaron, con éxito, en la bacha del baño matrimonial.
El reciclaje se basó en dos pilares fundamentales: refuncionalizar la planta para ganar espacio y luz natural. Por eso los arquitectos volaron las chapas que cubrían el patio, abrieron una lucarna en la terraza, cambiaron las carpinterías por grandes ventanales de vidrio y madera y eliminaron paredes internas, entre otras medidas quirúrgicas. “La casa original era de tres ambientes: en la planta baja había dos habitaciones por eso tiramos la pared para hacer un gran espacio tipo loft, con cocina y la mesa de comedor de un lado y del otro quedó el living; ambos espacios están divididos por un hogar. También bajamos unos centímetros el piso de la cocina”.
Hay un entrepiso original de la casa, probablemente de alguna reforma aplicada por dueños pasados, que balconea sobre el área social. Sólo cambiaron el acceso, que ocupaba demasiado volumen y lo cambiaron por una escalera tipo barco. “El entrepiso se convirtió en la sala de televisión, no me gusta tener la televisión en el living”, dice Patricia.
El primer piso ya existía pero no había baño, que fue hecho de cero, en cemento alisado, con rajas de vidrio para que entre luz y un gran ventanal del lado de la bañera con hidromasaje, que da a un deck con plantas, otra vez jugando con esa idea de interior exterior, y con la intención de atrapar la mayor cantidad de luz posible.
En cuanto a las terminaciones, le imprimieron, a decir de Patricia, “una onda medio industrial: reutilizamos las vigas de metal del techo y las dejamos bastante rústicas; limpiamos la pintura que cubría la bovedilla y la dejamos con ladrillo a la vista; y reforzamos la escalera que sube al primer piso, levantamos la madera horrible que cubría los escalones para dejarlos a la vista”.
Patricia y Tom eligieron una paleta dominada por los blancos.
”Cuando vinimos era todo tan pero tan oscuro que pedimos todo blanco: desde el piso de cemento alisado hasta las paredes. Habiendo vivido dieciséis años en Irlanda donde hay poca luz, yo extrañaba el cielo azul, el sol radiante de Buenos Aires y la luz muy especial que hay en esta ciudad. Uno de se da cuenta cuando la deja y después la extraña. Por eso, quería algo con mucha luz, y el color lo damos con los objetos que tenemos”.
Están felices con el resultado, y convencidos de que los arquitectos hicieron muy buen trabajo aprovechando milímetro a milímetro, tratando de incorporar sus gustos.
“Esta es nuestra primera casa, era el tipo de casa con el que sonábamos, por el momento es ideal, por nuestro estilo de vida. Es nuestra primera casa, muy especial para nosotros, pudimos por suerte hacer lo que queríamos, ni teníamos problemas económicos. No le modificaría nada, el problema principal es el tema del espacio, nos está quedando un poco chica, pero antes de modificarlo tendríamos que mudarnos, más si tenemos un hijo. Creo que si vamos a comprar otra, esta quedaría como segunda casa, pero jamás la vendería, estamos muy comprometidos”.

LOFT

• El gran espacio en la planta baja está dividido por un hogar de cemento. De un lado se armó el living, y del otro el comedor y cocina, que está hundida unos pocos centímetros para marcar una diferencia con el resto del espacio.
• En el entrepiso, la sala de televisión; sólo sustituyó una escalera pesada por un modelo más liviano, similar al que se usa en los barcos.
• En el centro del living, se dispuso los sillones años ‘70, de madera y cuerina, secundada por una mesa de centro, de vítrea y madera, comprados en un mercado de pulgas de la zona; todo apoyan sobre la alfombra diseño de Paz Gaete para Wool.
•Contra una de las paredes, los arquitectos diseñaron un mueble a medida para albergar el equipo de música y los 4.000 discos que forman parte de la colección de Tom.
• Sobre la mesa de centro, robot retro.

Muebles y objetos con un touch “retro”

Basta y sobra con una visita meteórica para darse cuenta que los dueños de casa adoran los espacios abiertos, con mucha luz y aire, excelente excusa para desplegar su colección de muebles, objetos y discos (más de 4.000 de Tom) que han traído de sus vidas en Europa o han comprado en mercados de pulgas o boutiques de diseño de la zona de Palermo.
“Me gusta la arquitectura minimalista, las líneas puras pero no la frialdad del minimalismo en el diseño interior, tratamos de mezclar lo nuevo con lo viejo, tenemos cosas modernas y cosas antiguas. Me gustan los muebles con un toque retro, los diseñadores escandinavos, los diseñadores de 1920, y del ‘60. Además, nos gusta rodearnos de objetos que nos traen recuerdos: por ejemplo, la última adquisición fue la diosa del mar que compramos en Brasil. Es bastante kitsch, es una lámpara con agujeritos, y nos recuerda nuestras vacaciones en Salvador de Bahía. Además, Tom colecciona robots; yo colecciono vidrios del siglo XX de Murano”.

COCINA COMEDOR

• En el comedor, Tom diseñó una mesa a partir de una madera de pinotea, ya centenaria, que encontraron en la casa a la que le agregó patas de hierro. Está rodeada por sillas Bertoia; para iluminar, lámpara años ‘70 comprada en Gropius.
• El detalle de color, los ceniceros de vidrio de Murano y un juego de café y de té de los ‘70, comprados en Poole Pottery, de UK.
• La cocina está integrada al resto del espacio ya que ambos adoran cocinar.
• Todos los muebles fueron diseñados por los arquitectos Cabanillas y Grichener, siempre tratando de aprovechar al máximo el poco espacio disponible.
• Contiguo a la escalera se armó un pequeño escritorio, con mesa y silla comprada en un anticuario de Palermo.

DORMITORIO

• Es pequeño pero acogedor, con una puerta ventana que comunica con el deck. Predominio del blanco, con toques de celeste y amarillo. La colcha es de llama comprada en la provincia de Jujuy, la lámpara es de los años ‘50 y es una herencia de los abuelos de Tom. Contra la pared, un cuadro armado a partir de un empapelado de los años ‘70, comprado en Inglaterra. Sobre la mesa de luz, un reloj despertador adquirido en Bridport Antique Market, Inglaterra.
• Una puerta corrediza conecta el baño principal con el dormitorio de Patricia y Tom. También armaron un acceso al deck a través de una puerta ventana corrediza.
• Otro ángulo del dormitorio, con una vieja silla de madera estilo Jacobsen. En el descanso de la escalera, una estatuilla lámpara, comprada en un viaje Salvador de Bahía.

BAÑO

• Pisos, bañera y mesada del baño principal, ubicado contiguo al único dormitorio de la casa, enteramente realizados en cemento alisado. Una gran ventana permite, desde la bañera con hidrojet, disfrutar del pequeño deck de madera que armaron en el primer piso, sobre el techo de la casa.
• El cielo raso está revestido en listones de madera pintados de blanco. Las rajas de vidrio, sobre la mesada del lavabo, permiten mayor entrada de luz natural.

 

   

Texto y producción: Mariana Rapoport
Fotos: Juan Hitters/surpressagencia.com

   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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