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Domingo 17 de Septiembre de 2006
 
 
 
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  ESTILO DE VIDA!
  Andar descalzo en casa
Si bien sobre ellos  descansa todo nuestro peso muchas veces los maltratamos con calzados insufribles o falta de cuidados.  Andemos “tranqui”, en casa; o por la vida.
 
 

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Caminar y correr descalzos es el mejor ejercicio que podemos hacer. Instintivamente, desde niños tendemos a desprendernos de zapatos y medias, aunque a los padres no les guste mucho esto y no los dejen. (Hay una manía prejuiciosa y persecutoria de los mayores para que sus hijos no anden descalzos).
Posteriormente seguimos gozando de la sensación de libertad que se siente al estar con los pies al aire sobre una superficie placentera.
Nicola Maffulli, profesor de Traumatología y Ortopedia de la Universidad de Medicina Británica, hace la siguiente afirmación: “Al caminar descalzos fortalecemos los importantes y descuidados músculos estabilizadores (los que evitan lesiones y mejoran la fuerza y la velocidad). Además sus beneficios se extienden al resto del cuerpo, ya que se fortalecen las pantorrillas, los músculos que rodean las rodillas y, desde ahí, todos los músculos de la espalda”. “Entrenar descalzo”, prosigue, “también mejora el funcionamiento natural del pie, permitiendo una respuesta sensorial que activa las contracciones musculares que disipan los golpes. Sobreproteger la planta del pie con gruesas suelas de zapatos y zapatillas puede disminuir esta respuesta”.
Desde otra disciplina, Gerard Hartmann, fisioterapeuta de deportistas de élite, explica que si se ayuda a una zona concreta del cuerpo ésta se debilita, y, por el contrario, si se utiliza mucho, termina fortaleciéndose. “Liberar los pies y volver a despertar los grupos musculares que les hacen funcionar es gratificante para los que practican deporte a cualquier nivel”, comenta.
Con estas aportaciones de médicos, entrenadores, deportistas y minuciosos estudios de anatomía, ergonomía y nuevos materiales, la marca deportiva Nike acaba de desarrollar la llamada “tecnología de pies descalzos”, aplicada en unas nuevas zapatillas denominadas Nike Free, que no impiden al pie cumplir la misión para la que fue diseñado.
Porque cuando no es posible gozar de la naturaleza (pasear descalzo sobre la arena de la playa o correr en la hierba recién cortada), lo ideal es llevar un calzado que nos permita igualar los beneficios del pie en libertad.
La utopía se convierte en realidad en un calzado que fusiona naturaleza y tecnología.
Liberación total.
La mayoría de hombres y mujeres darían cualquier cosa por utilizar los zapatos deseados sin sufrir molestias. Sobre todo con el buen tiempo, cuando los pies hacen su aparición con sandalias de todo tipo, cada día más de moda entre hombres, mujeres y niños. Pero el cambio brusco de un pie protegido por las medias y el calzado a la desnudez total puede ser peligroso. La falta de cuidados, las tiras de las sandalias que se clavan y la transpiración veraniega son enemigos potenciales.
El primer paso es acudir a un podólogo que ponga a punto nuestros pies eliminando durezas, callosidades y uñas mal cortadas.
A continuación es necesario proveerse de algunos productos de cuidado específico para poder utilizar en casa al menos dos veces por semana.
Una lima que elimine todo tipo de asperezas, un exfoliante para potenciar esta acción, una crema hidratante para mantener la piel elástica y un spray refrescante-desodorante para los días de más calor.
No podemos olvidar que nuestros pies, además de caminar, soportan el peso del cuerpo y nos ayudan a mantener la espalda recta. Por lo tanto, unos pies cuidados contribuyen en gran medida a mejorar nuestra calidad de vida.
No seamos prejuicios y andemos descalzos en casa, al menos. (Fuente: El País)

CLAVES PARA UN MASAJE EN SIETE PASOS

1 - Deslizar las manos desde los dedos hasta el tobillo repitiendo hasta que el pie esté relajado.
2 - Levantar el pie con una mano mientras con la otra se va moviendo con rotaciones suaves de izquierda a derecha y de derecha a izquierda (dos veces hacia cada lado).
3 - Con el dedo pulgar presionar en diferentes puntos de la planta del pie hasta completar toda la superficie.
4 - Con los dedos índice y medio presionar por medio de movimientos circulares abarcando toda el área del tobillo.
5 - Masajear cada uno de los dedos del pie rotándolos en ambas direcciones y estirándolos suavemente (tres veces cada dedo).
6 - Masajear a continuación toda la superficie del pie aplicando presión con las dos manos.
7 - Para terminar, elevar con una mano el pie mientras que con la otra se le empuja hacia dentro en dirección a la pierna, y repetir dos veces.

   
   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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