| PARA COLECCIONAR Continuamos desarrollando el cursillo de poda de los arbustos. Primero lo haremos con los leñosos y al final veremos los herbáceos y los que “sacan el pie fuera del plato”, o sea las excepciones que, como en toda regla, aquí también los hay. Quedamos en claro, entonces, que llamamos arbustos leñosos a todos aquellos vegetales superiores que forman numerosas ramas con corteza dura desde la base. NACIMIENTO Muchos forman sus ramas sin mostrar un tronco ya que todas esas ellas, a las que llamaremos “vástagos” (porque son como “hijos”) nacen desde el nivel mismo del suelo y hasta pareciera que lo hacen por debajo de él. Pero también hay muchos otros que muestran un pequeño tramo de troncos centrales y desde allí se comienza a desarrollar toda su estructura aérea. Entre los primeros, o sea cuyos vástagos nacen desde el nivel del suelo, y para nombrar a los más conocidos, destacamos los rosales silvestres (no los injertados), las “coronas de novia” (género Spiraea), los “membrilleros de flor” (género Chaenomeles), los bérberis (genero Berberis) y otros. Entre los segundos, muchas especies que solemos usar para armar cercos de diferente altura, porque el hecho de que desde un trozo muy pequeño de uno o varios troncos se desarrollen los numerosos vástagos, es una gran ventaja a la hora de impedir que los yuyos se metan entre ellos y que luego cuesta un triunfo sacar, especialmente cuando son pinchosas, como los bérberis. Aquí podemos nombrar a los ligustros y ligustrinas (género Ligustrum). los “laurentinos” (género Viburnum), los “laurel-cerezo” (género Prunus), etc. Este comportamiento es variable, puesto que suele suceder que muestren ambos tipos de vástagos ... pueden desarrollar tanto desde esos troncos, como optar por hacerlo desde el suelo. Cuando son pocos troncos o uno solo, nos da la posibilidad de colocar un mulch de nailon alrededor de ellos y con eso evitamos el nacimiento de plantas indeseadas, o sea “malezas”. DESARROLLO EN LARGO Y EN DIAMETRO Estos vástagos crecen en longitud a partir de una yema apical, o sea en la punta o terminal. Este crecimiento en largo tiene varias características que analizaremos más adelante, pero hay un principio general para todas las plantas leñosas ... cuanto más erecto (vertical) crece un vástago o rama, mayor desarrollo tiene. Esto lo tienen en claro nuestros fruticultores de peras y manzanas. Para quitar vigor a las ramas de los frutales, los inclinan y llevan hacia la horizontal o incluso los arquean para que las puntas se hallen en un nivel más bajo aún. Con eso le quitan fuerza al crecimiento en longitud y se vigorizan las yemas de la parte superior del arco así creado ... los jardineros usamos este sistema desde “el año e’ñaupa” (digamos que aprendieron de nosotros), por ejemplo en los rosales trepadores. El desarrollo en largo, entonces, se produce a partir de yemas apicales y finaliza nuevamente en yemas ... sea una, dos, o varias si además se forman flores. Esto también lo veremos más adelante. El desarrollo en diámetro de los vástagos se produce en una zona que llamamos “cambium”, y que está ubicada entre la corteza y la madera, que se hace visible cuando pelamos una rama. Todos los años hay un crecimiento en ancho, que depende de las condiciones ambientales (calor y agua) en que ha crecido la planta y que se manifiesta en forma de anillos ... contando esos anillos -tanto en vástagos, ramas o troncos, podemos saber la edad de ellos así como si esos años fueron favorables (anillos anchos) o desfavorables (angostos). ACROTONIA Y BASITONIA La “acrotonía” (acros=punta), es típica de los árboles, lo que les permite alcanzar enormes alturas a partir de uno o varios ejes centrales. El crecimiento se concentra en las yemas ubicadas en o cerca del ápice (punta) de la rama del año anterior ... ejemplo, las coníferas. En los arbustos, este crecimiento de vástagos desde el suelo o cerca de él, se llama “basitonía” (basis=base). Si contemplamos por ejemplo un “membrillero de flor” de cierta edad, podemos reconocer claramente su basitonía porque, así como desde la base surgen constantemente nuevas varas vigorosas, las más viejas tienden a secarse y desaparecer. Hay una tercera forma, la “mesotonía” (mesos=medio), o sea que ramas que originalmente han crecido en forma erecta desde la base, o sea basitonamente, por su propio peso se arquean hacia la periferia del arbusto y desde la parte superior de dicho arco se desarrollan los brotes más vigorosos en tanto los restantes, si los hubiera, pierden vigor a medida que se alejan de la cúspide del arco. A medida que crece y por su propio peso, repiten el modelo, de modo que con el tiempo se producen sistemas de ramas arqueadas. Este es el caso típico de un rosal silvestre creciendo en libertad. Teodorico Hildebrandt eljardin@rionegro.com.ar EXCEPCIONES Como en muchas reglas, aquí también suele haber excepciones. Dijimos que la acrotonía es típica de los árboles, pero hay algunos arbustos que la presentan. Es poco común y se puede hallar en un tipo muy especial de arbustos, los llamados tapizantes. Si bien el nacimiento de los vástagos se produce desde la base, el crecimiento posterior de cada uno es acrotono, porque se concentra en las yemas de la punta de dichos vástagos, con escaso nacimiento de vástagos nuevos. En este ejemplo podríamos incluir a numerosas trepadoras y enredaderas, las que incluso a veces se usan como tapizantes. PROXIMO NUMERO: El crecimiento lateral sobre los vástagos |