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Domingo 25 de Junio de 2006
 
 
 
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  EL JARDIN DE CASA!
  Cultivo de los \"cactos de invierno\"
Tienen tallos con función de hojas, viven en los árboles, les gusta el clima fresco y tienen hermosas flores en pleno invierno.
 
 

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Todos tenemos incorporado que los cactos, en general, son plantas que crecen en zonas muy áridas, a pleno sol y que florecen en verano o, por lo menos, en las épocas de calor. Hoy vamos a hablar de especies que son el "revés de la milanesa", porque en estado silvestre son cactos epífitos que viven en las oquedades de los árboles de selvas o bosques, con clima húmedo, fresco, media sombra o luz indirecta y florecen en otoño e invierno, por lo que en Europa se los llama "cactos de Navidad".

Justamente, por su característica de florecer en pleno invierno, son plantas muy apreciadas para interior, ya que nos alegran la vida en una época del año no muy pródiga en flores. Los géneros más conocidos son Schlumbergera, Rhipsalis y Phillocactus.

Pero no es fácil hacerlos florecer, porque suelen ser grandes los errores que cometemos en su cuidado ... por comenzar, con el tema del riego y del calor. Hoy les voy a dar unos consejos sobre cómo cultivar la Schlumbergera, pero los restantes géneros se cuidan de forma bastante similar.

 

SCHLUMBERGERA

Uno de estos cactos de invierno es Schlumbergera truncata. Este género también es conocido como Zygocactus truncatus y es originario de los bosques del sur del Brasil.

Su follaje es persistente y está constituido por tallos aplanados y segmentados que se asemejan a hojas. Estos tallos están unidos entre sí y alcanzan longitudes de unos 30 centímetros, por lo que su peso los hace colgantes.

En el ápice de cada uno de estos tallos se desarrollan las flores, de gran tamaño y colores entre el blanco al rojo y todas las combinaciones posibles entre ellos. Esto los diferencia del género Rhipsalis, donde los tallos aplanados no están segmentados y las flores se ubican a lo largo de ellos y no sólo en la punta.

La multiplicación se puede hacer por semilla, pero como en la gran mayoría de los casos se trata de plantas híbridas, o sea que no darán semilla, es mucho más práctico multiplicarlas por trozos de dos o tres segmentos, que enraízan con relativa facilidad. Esto se realiza preferentemente en primavera, en un sitio con luz pero sin sol directo, para lo que se adecua muy bien un ventanal con orientación noreste o noroeste, con una temperatura del suelo entre los 20 a 23ºC.

Los segmentos se cortan en su punto de unión, se dejan orear medio día a la sombra y en lugar seco y luego se introducen profundamente en el sustrato. Este puede ser uno preparado para azaleas, porque prefieren el rango ácido, como lo tendrían en la naturaleza, donde en las oquedades de los árboles se acumula la materia orgánica procedente de las deyecciones de los pájaros y de las hojas en descomposición.

Debe mantenerse fresco durante todo el año y el drenaje debe ser muy bueno.

Las plantas que se adquieren en flor en el otoño, deben ser ubicadas en un sitio iluminado y fresco. La temperatura ideal es entre 10 a 12ºC, por lo que no pueden compartir ambientes calefaccionados a nuestro gusto.

Durante este período de floración, el sustrato debe permanecer húmedo pero no saturado de agua. Luego de la floración, se les debe brindar unas seis semanas de descanso, período durante el que se riega menos, pero sin permitir que el sustrato se seque ... pueden aparecer síntomas de deshidratación en las hojas, pero se recuperarán rápidamente cuando se reanude el riego.

En general no requieren muchos trasplantes, los que se pueden hacer cada tres años y siempre en primavera. No conviene dejar pasar más tiempo en la misma maceta, porque la excesiva formación de pelos absorbentes puede asfixiar a las raíces por falta de aireación ... no olvidemos que son de hábitos epífitos, o sea rodeados de mucho aire.

Como se trata de un género muy rústico, en caso de cometer errores en sus cuidados culturales y se observara putrefacción de las raíces (lo más habitual) se puede rescatar la planta haciendo estacas de sus ramas, como ya describí.

EN EXTERIOR

En nuestra región es muy conveniente cultivar estos cactos en exterior pero en maceta, en un sitio a media sombra, resguardado del viento y donde se los pueda regar regularmente. En el otoño, cuando amenazan las heladas, se los lleva a interior, donde comenzarán a desarrollar los pimpollos florales.

Una de las precauciones que se debe tener, es no cambiarlos de ubicación u orientación una vez que aparezcan dichos pimpollos, porque reacciona tirándolos.

 

   

Teodorico Hildebrandt

eljardin@rionegro.com.ar

   
 
 
 
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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