| | na familia rionegrina del Alto Valle decidió construir una casa para vacacionar en la cordillera, disfrutar de la naturaleza y compartir reuniones en familia y con amigos. Eligió el contry de Villa Arelauquen y emplazó una vistosa construcción de 340 metros cuadrados cubiertos en armoniosa integración con el medio ambiente.
“La idea central fue construir una casa funcional que permitiera disfrutar de la vivienda y sus dependencias. Su propietaria es una familia que le gusta estar en familia y en reuniones con amigos. Por ello se diseñaron espacios grandes y que estén integrados en forma natural entre sí”, explicó Martín Bajda, el arquitecto que tuvo a su cargo el diseño del inmueble.
La casa fue construida por la empresa CORVE, en un período de 14 meses bajo estrictas pautas de respeto por el medioambiente. Si bien la residencia fue pensada para compartir vacaciones en familia y con amigos, sus dueños no descartan vivir en ella el día de mañana.
La vivienda se destaca por un amplio salón de estar que incluye un hogar a leña, integrado con el salón comedor y una amplia cocina. Una escalera conduce a un primer piso donde se ubica otro salón amplio, destinado a los juegos de niños y para compartir una película frente al moderno equipo de DVD y televisión.
Toda la estructura de la casa y la cubierta del techo se realizaron con vigas laminadas, que permite lograr mayores espacios sin columnas, ni ménsulas ni otros sistemas que entorpecen la visión y el movimiento; un detalle no menor que permitió lograr amplios ventanales hacia la cordillera.
La casa tiene un dormitorio principal, en suite, con acceso hacia el jardín posterior. “La idea fue lograr un lugar de privacidad, que asimismo permita disfrutar del jardín y la naturaleza en forma directa, durante todo el año”, explicó Bajda. Hay otros dos dormitorios amplios, con ventanales al exterior. En la parte alta de la casa se ubica un sector que también permite ser utilizado como dormitorio temporal y asimismo depósito de elementos.
La casa fue construida de manera tal que la vista principal se oriente hacia el centro de esquí del cerro Catedral.
Todas las aberturas son de madera de lenga, las escalera son de pino y los pisos de eucalipto. El hogar se revistió con piedra de la zona y en algunos sectores del piso se colocó piedra laja.
La cocina es amplia y luminosa. Las mesadas son de granito y tanto la cocina como el lavatorio tienen un tamaño semi industrial, que permite preparar con comodidad una comida para varias personas. Pese a estar equipada con moderna tecnología, la cocina no incluye un equipo lavaplatos.
Toda la decoración de la vivienda estuvo a cargo de su propietaria, quien combinó los colores y tonos en forma armoniosa con el entorno. Las disposiciones particulares del country estipulan que sólo un 15 por ciento de la fachada exterior de las viviendas pueden ser de revoque. El resto debe incluir piedra, madera u otro material de la zona. Tampoco se permiten los colores fuertes, en particular los que contrastan con el entorno. Fotos: Toncek Arko DETALLES En el estar, la calidez de las luminarias de cuero contrasta con la piedra rústica para generar un ambiente armonioso con el entorno natural. El baño es bien net, con detalles de madera y cerámica. La iluminación es amplia y focalizada. Un detalle del exterior que transmite la idea de fortaleza, concepto que rige a toda la casa. "Es un hogar para siempre. Se lo irá mejorando, pero su estructura es para que dure toda la vida", admiten sus dueños, conformes con el resultado final. Imponente, como el paisaje natural. Ubicada en Arelauquen, son 340 metros cuadrados para compartir con amigos del Alto Valle en Bariloche. |
