En las afueras de Roca, la artista y ambientadora Isabel Pinto Coelho reconstruyó, pintó y decoró una casa creando un mundo de cálidos "engaños" para un hombre solo. Un candelabro de cinco velas y una lámpara de pie con formas onduladas de hierro y pantalla de papel naranja refuerzan la intensión de la diseñadora de crear un ambiente bien intimista. Su dueño -profesional, divorciado- asegura que compró esta casa sólo por las ventanas circulares y la enorme mora que reina en el jardín. Lo cierto es que la casa original tenía una ventaja muy importante: está instalada en las afueras de Roca, en una zona en la que la tranquilidad y el verde proveen el merecido reposo luego de un día de trabajo. Pero la vivienda era muy chica aún para un hombre solo y debía construirse por lo menos un ambiente más para que quedara realmente confortable. Por los cuadros que le había comprado muchos años antes, la decisión sobre a cuál diseñador convocar fue fácil e inmediata: llamó a la artista Isabel Pinto Coelho, también conocida como "Be", quien sabe desempeñarse de modo eficaz como "ambientadora de espacios y ambientes". Y para quien el color siempre imprime expresividad y facilita la función de las habitaciones. Para la construcción (ella también pega ladrillos y reboca como el mejor de los albañiles) y decoración "Be" realizó un trabajo que reúne diferentes estilos unificados por un mismo acento europeo muy marcado. "El dueño de casa me dio la posibilidad de hacer lo que quisiera dándome sólo un par de recomendaciones muy puntuales. El resto, libertad total", asegura la diseñadora mientras define su estética con una palabra: "portuguesa" ("que es mi nacionalidad", acota con orgullo). Ella explica la idea que le trasladó el propietario: "Como es para un hombre sólo no tiene divisiones, mínimo mantenimiento, práctica, cómoda y de bajo presupuesto". La primer sorpresa del interior está en el sector social. Con colores tierra, logrados con una técnica muy particular de pintura a la cal tonalizada con ferrites, se dibujaron en las paredes del estar-comedor rombos que dan una sensación de tridimensionalidad. "Be" asegura que en muchas ocasiones utiliza una técnica que se asemeja al trompe l'oeil, "engaño al ojo" en francés. Este recurso lo usa tanto en el exterior como en el interior. Las ventanas de vidrio partido con forma de medialuna acompañan el tono de las paredes y la forma de la chimenea para resaltar la calidez del ambiente. Allí, los mullidos sillones rodean una mesita hecha con una antigua cuna hindú. Los muebles del comedor son de algarrobo que también pasaron por las manos de Be. "Los limpié con soda cáustica y agua para que quedaran de su color natural. La mesa y las sillas están patinadas y las repisas las dejé color madera y les hice algunos dibujos en blanco", cuenta. El sector social se completa con un pequeño baño al que se ingresa luego de un pasillo donde se ha colocado un espejo amurado y enmarcado con venecitas de distintos colores. En el baño también se pintaron las paredes aunque esta vez con ondas en distintas tonalidades de marrón. En el piso se colocaron grandes ladrillos cuadrados, mandados a hacer especialmente para esta habitación y la cocina. La bacha está apoyada sobre una madera y el espejo también está amurado aunque su marco se marca con pintura. Debajo de a luz de papel que continúa el estilo de las del estar se ha colocado un cuadro con animales autóctonos y formas latinoamericanas. La casa continúa con un largo pasillo que conduce al dormitorio de huéspedes y la habitación principal, con vestidor y baño en suite. En el cuarto de invitados se eligió pintar flores de trazos muy simples sobre la pared blanca. Seguramente éste es el motivo menos personal de la casa pero que cuenta con la ventaja de proporcionar la tranquilidad necesaria para el reposo. El dormitorio principal se divide visualmente en dos sectores gracias a la pintura del piso. En un extremo se ha dispuesto un escritorio sobre un piso decorado con motivos simples en tonos azules, verdes y rojos. En otro sector, el colchón descansa sobre una pintura en tonos más fuertes y trazos más duros. "Pinto una base y luego sobre eso trabajo a mano alzada. Los dibujos forman líneas que no son perfectas sino similares". El gran cuadro que el propietario compró a "Be" años atrás hoy se destaca frente a una puerta de vidrio partido, en el pasillo, sitio que también funciona como puerta de entrada y salida de la casa. Al fondo se ve el escritorio ubicado en el dormitorio. |