Los argentinos pagamos una cantidad de impuestos -al consumo, a la producción, al trabajo, a las ganancias, a la propiedad, a la exportación e importación de bienes, entre otros- que representa un 32% de todo lo producido en el 2010.
Así lo dio a conocer el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), destacando que la presión tributaria efectiva del sector público argentino para todo el 2010 estaría cerca del 32%, medido como la recaudación de los tres niveles de gobierno -nacional, provincial y municipal- en porcentaje del PBI.
Este dato tiene en cuenta una recaudación nacional para todo el año pasado que creció a un ritmo acumulado del 34% en términos interanuales.
Evolución
En el 2000, la presión tributaria efectiva consolidada por los tres niveles de gobierno era del 22,4%. Al comparar el dato del 2010 contra el del 2000, el Iaraf destaca un crecimiento de 9,5 puntos porcentuales del producto para el indicador analizado, lo que significa un aumento algo mayor al 40% en los últimos 10 años.
La mitad de esa suba puede explicarse por la introducción de nuevas obligaciones impositivas como el impuesto a los débitos y a los créditos bancarios y los derechos de exportación. La otra, por cambios en ciertos impuestos y a mejoras en la recaudación de algunos tributos, los cuales, según el instituto citado, aumentaron a un ritmo mayor que el crecimiento del producto.
Es importante destacar que en el análisis sobre la presión tributaria es difícil llegar a una conclusión taxativa sobre el tema, ya que generalmente la medición se realiza sobre el flujos financieros que van desde el sector privado al público (es decir el pago de impuestos), dejando de lado los flujos que operan en sentido contrario, es decir el gasto público.
Perspectiva Internacional
El informe del Iaraf destaca que de una muestra de 17 países comparando los años 2009 y 2000 (ver infograma), respecto de la presión tributaria efectiva, la Argentina subió 5 puestos entre ambos períodos.
Esto se debe por un lado al aumento de la presión tributaria argentina antes descripto, como por una evolución en sentido contrario de muchos otros países.
El informe pone especial énfasis en el impuesto a los débitos y a los créditos y a los derechos de exportación, que aportan 4,6 puntos porcentuales del PBI durante el 2010 al total de la presión tributaria.
Si éstos se descuentan del cálculo, la presión tributaria alcanzaría el 27% del PBI, lo que ubicaría a la Argentina en la posición número 14, relativamente en el mismo puesto que en el 2000.
Esto permite deducir la importancia que tienen los mismos para las arcas nacionales y entender la discusión acerca de su eliminación.
(Redacción Central)