La preocupación financiera volvió a concentrarse en España y Portugal ante el temor de que puedan seguir los pasos de Grecia e Irlanda y verse obligados a solicitar ayuda internacional, lo que a su vez continuaría presionando a la baja el euro.
"España podría ser la siguiente", advierten los medios, mientras que políticos portugueses de izquierda acusaban a su gobierno de exponer al país a una intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Oficialmente Madrid y Lisboa insisten en que sus economías son más robustas que la de Irlanda. Las reformas económicas del Ejecutivo español han alejado al país de otros "con problemas", dijo la ministra de Economía Elena Salgado, mientras el primer ministro portugués, José Sócrates, aseguró que su país "resolvería sus propios problemas" sin necesidad de rescate.
Sin embargo, los intentos de transmitir confianza a los analistas financieros internacionales fueron infructuosos y los mercados sufrieron fuertes caídas en la última semana.
Los analistas creen que el próximo país de la Eurozona en necesitar asistencia financiera del FMI y de la Unión Europea podría ser Portugal, que tiene un déficit presupuestario del 9,3%, altos niveles de deuda privada y una tasa de desempleo del 10%.
De hecho el Parlamento luso está elaborando un presupuesto austero a fin de reducir su déficit a un 4,6% en el 2011.
Pero no todo el mundo está convencido de que el gobierno en Lisboa pueda recortar tanto el déficit.
Los recortes también minarán las perspectivas de tímido crecimiento del Producto Bruto Interno, que en el 2009 se contrajo un 2,7%. El gobierno socialista de Sócrates se enfrenta además a las continuas protestas contra sus reformas económicas de corte liberal.
El ex ministro de Finanzas Bagão Félix advirtió sobre que Portugal es en estos momentos el país más vigilado por los mercados financieros. Aseguró que espera que las actuales turbulencias, después de que Irlanda solicitara acogerse al fondo de rescate europeo, amainen en las próximas semanas. "Pero entonces la atención se centrará en nosotros", alertó.
España constituye un motivo de preocupación aún mayor para la Unión Europea debido a que su dimensión económica es considerablemente mayor a la de Portugal, Grecia o Irlanda. Un colapso financiero de la cuarta mayor economía de la Eurozona requeriría un rescate inmenso y lastraría a decenas de bancos franceses y alemanes que han financiado el crecimiento en España. Y posiblemente el euro también sentiría los efectos negativos, advirtieron analistas españoles.
España, al igual que Portugal, destaca la solidez de su sector bancario y subraya que su deuda pública es relativamente reducida. Aun así, la deuda privada española, contraída por compañías y hogares durante los años de boom económico, se ha disparado a niveles superiores al 170% de su Producto Bruto Interno. En el 2009 el déficit presupuestario era del 11,2%.
A eso hay que añadir que España también sufrió un colapso similar al irlandés en el sector de la construcción, que agudizó los efectos de la crisis global. La tasa de desempleo es del 20%, la más alta de la Unión Europea. Además, la economía española es menos competitiva que la de Irlanda y sus mercados son más rígidos.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, señaló que en principio, si se sigue por el actual camino, no habrá problemas. Aun así muchos analistas sienten que las medidas tomadas por el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, -los paquetes de austeridad, la reforma laboral y los movimientos para impulsar fusiones de cajas regionales- distan mucho de ser suficientes.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, insistió en la importancia de que el gobierno elabore un plan para elevar la edad de jubilación, reforma que consideró "crucial para recuperar la confianza de los mercados".
Entre tanto un centenar de destacados empresarios y economistas firmaron un manifiesto en el que califican la situación económica de España de "muy seria", por lo que llamaron a acometer reformas para unificar la legislación mercantil en las 17 comunidades autónomas.
El verdadero reto, estiman los analistas, es transformar las estructuras económicas de España y Portugal, que continúan dependiendo excesivamente de los sectores de la construcción y de servicios. Aunque el gobierno de Rodríguez Zapatero ha tratado de impulsar "un nuevo modelo económico" más competitivo e innovador, los críticos aseguran que se necesitan medidas más duras.
(DPA)
ADVIERTEN SOBRE QUE EL EURO ESTÁ EN RIESGO
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, alertó en el Parlamento sobre que la moneda común europea está "en juego" por culpa de la crisis de la deuda soberana que está sufriendo la zona euro. "Me gustaría dejar claro que nuestra moneda conjunta está en juego y que tenemos que asumir nuestra responsabilidad", dijo al participar del debate presupuestario para el 2011, según la agencia Europapress.
Schäuble también destacó que Europa está "rodeada por un entorno difícil", en referencia a la crisis de deuda que ha provocado el rescate de Irlanda, así como anteriormente el de Grecia, y que amenaza con extenderse.
En ese sentido advirtió de que, si no se puede defender de forma conjunta una moneda estable, las consecuencias económicas y sociales "serían incalculables. Nuestra responsabilidad es enfrentarnos a esta difícil situación".
Schäuble recordó que la propia Alemania no está "nadando en dinero" sino más bien "ahogándose en deuda", pese a que su situación fiscal mejoró ligeramente este año gracias al fuerte crecimiento económico.
Añadió que la gestión de austeridad del país es un modelo para Europa y que los esfuerzos de consolidación fiscal presupuestarios deben seguir pese a la mejora de la situación.