La General Motors (GM) renació oficialmente con su regreso a la cotización en bolsa en Wall Street el jueves y desde ese día cualquier norteamericano puede ser dueño de un pedacito del coloso automotriz estadounidense que hace apenas un año y medio estaba al borde de la bancarrota y se salvó gracias a la intervención masiva del gobierno.
En el primer día de venta los títulos de este ícono del poderío industrial estadounidense saltaron hasta un 9% por encima de los 33 dólares previstos para sus acciones, alcanzando hasta casi 36 dólares.
Los 478 millones de acciones que la General Motors puso en el mercado generaron la oferta pública inicial (IPO, por su sigla en inglés) más grande de la historia de Estados Unidos, recogiendo hasta ahora 20.100 millones de dólares.
La IPO recolectó 15.770 millones gracias a las acciones ordinarias, puestas en venta a 33 dólares cada una, y 4.350 millones por las privilegiadas. Si se tiene en cuenta una opción que permite a los suscriptores vender otras acciones, el grupo podría tocar en los próximos días los 23.100 millones de dólares, estableciendo entonces un nuevo récord.