La presidenta Cristina Fernández deberá ser la encargada de reorientar el modelo económico que tan buenos resultados le dio en estos últimos años.
El eje de estos cambios pasa, en el mediano plazo, por un sostenido aumento de los ingresos a través de cambios en la matriz tributaria. Pero, en el corto plazo, la mirada esta puesta en el dólar.
Las tendencias prevalecientes en el mundo lograron invertir los términos de la discusión alrededor del tipo de cambio.
Si hasta hace poco se daba como cierta la apuesta de la devaluación luego de las elecciones de octubre del 2011, hoy se ve al gobierno lidiando con las tendencias de apreciación, con la presunción de que no se trata de un fenómeno pasajero.
Esta semana distintos equipos del Ministerio de Economía trabajan ante los inminentes cambios que se vienen. Tres son los ejes que se evalúan:
? El primero de ellos es ir derecho a una devaluación que acompañe la evolución de precios internos, lo que permitiría sostener la paridad cambiaria competitiva tanto para las exportaciones como para el actual sistema de sustitución de importaciones. Este posible escenario permite el sostenimiento del crecimiento de la economía con firme demanda laboral, un doble efecto que hoy no se está viendo en el mercado. Como dato negativo se remarca que el hecho de impulsar un dólar por arriba de los 5 pesos para el año que viene (computando una inflación superior al 20% para el 2011) podría generar una espiral inflacionaria difícil de controlar para los próximos cuatro años de gobierno. Ésta es una de las alternativas que presentan mayores resistencias de aplicar dentro del "núcleo" de consulta de la presidenta.
? La segunda hipótesis que se maneja en el gobierno es mantener la paridad cambiaria tal cual se proyecta en los presupuesto plurianuales presentados oportunamente por el ministro Amado Boudou. Esto significa devaluar en niveles del 5-8% promedio anual durante el período 2011-14, lo que permitiría convivir más tiempo con bajas tasas de interés en pesos, escenario positivo para el nivel de actividad pero, al mismo tiempo, con la persistente inflación en dólares terminará por afectar la rentabilidad de una gama amplia de sectores industriales y economías regionales. Como contrapartida, Economía propone profundizar los controles en Aduana, limitando importaciones como se vino haciendo en parte del 2009 y este último año, para sostener el ingreso de dólares con el superávit comercial en niveles compatibles al modelo, aprovechando los elevados precios internacionales que muestran los productos de nuestra oferta exportable.
? La tercera opción está en medio de las dos anteriores. Contempla partir la paridad cambiaria según las necesidades de competitividad que muestre cada una de las actividades. En parte, es profundizar el actual modelo K. Aparecerán en la jerga del mercado, tal como ocurrió en los 80, el dólar fruta, el dólar comercial, el dólar industrial, el dólar financiero y otros tantos "dólares" que tendrán un valor de referencia distinto respecto del valor de la moneda norteamericana que nace del juego de la oferta y demanda. El proyecto de Economía evalúa, en principio, dos tipos de cambio: uno para las exportaciones y otro para las importaciones. El primero, apuntando a un peso débil para que las exportaciones vuelvan a ganar en competitividad y el segundo, con un peso fuerte que permita defender de la importación a la industria en el mercado interno. En lo que respecta al "dólar de exportación", el mismo estará segmentado para cada actividad teniendo en cuenta la relación de competitividad de los sectores. Aquellos productos que muestran hoy alta competitividad mantendrán la presión de las retenciones (caso soja), por lo que recibirán un dólar efectivo que estará más cerca de lo que será el "dólar importación" que del de mercado, tal como ocurre en la actualidad. En las actividades con problemas en la paridad cambiaria, como es el caso de las economías regionales, se evalúa eliminar las retenciones y progresivamente incrementar reintegros hasta lograr un nivel de competitividad adecuado para expandir en forma sostenida el desarrollo de estas actividades. Ésta es una de las propuestas que más aval tienen en el Ejecutivo y comparte el mensaje oficial de profundizar el actual modelo económico: sostener las exportaciones como motor de la economía y generadora de divisas y mantener el esquema de sustitución de importaciones con fuerte impulso al consumo interno.
(Redacción Central)