Salvo el dólar, el resto de las inversiones siguen con una tendencia firme. Y septiembre no fue la excepción. Los bonos treparon hasta 20% y la bolsa porteña 13%. Esta ganancia en dólares fue del 19% y 12% respectivamente, ¡y sólo en 30 días!
Quien jugó a estas dos puntas quedó más que satisfecho por la rentabilidad que le generaron estas inversiones.
Pero no hay que dejar de mencionar que este esquema no es sostenible en el tiempo. Mientras que las tasas en los Estados Unidos y Europa están en sus mínimos del 0% anual aquí, en la Argentina de los Kirchner, encontramos utilidades que se disparan arriba de los dos dígitos, con tasas negativas en pesos y positivas en dólares (poniendo plazos fijos en moneda local para después pasarse al billete norteamericano).
Este año no será olvidado fácilmente por los operadores. Los activos financieros están dando retornos históricos.
Por ejemplo, en lo que va del 2010, ya se gana con las acciones de Grimoldi un 197%, con el cupón PBI en pesos 131% y con las acciones de los bancos un promedio del 60%. Bien lejos del 9% que se lleva ganado con el tradicional plazo fijo a 30 días. ¡Y con un billete verde "planchado" todas estas tasas se reflejan en dólares!
¿Seguirá esta fiesta? Todo indica que con un dólar quieto y récord en el PXQ de la soja, la mayor parte de las inversores preferirán seguir apostando a los activos financieros por fuera de las monedas "duras".
En este escenario pocos son los ilusos que invertirán para producir en un país con las utilidades que hoy está dando el sistema financiero. La producción en la Argentina no fue invitada a esta fiesta. Pero todo tiene su fin de historia. Seguir firmes en activos de alta volatilidad (como son las acciones) tiene su riesgo. "Como Cenicienta en el baile, hay que estar atentos a la señal de la plaza o todo el dinero que llevas ganado se convertirá en calabazas y ratones: el Sr. Mercado está ahí para servirte, no para guiarte", confía el multimillonario Warren Buffet en uno de sus libros editados en año pasado. Conceptos éstos que tranquilamente pueden ser aplicados para Argentina.