La agresiva apuesta tanto de bancos como de las grandes tiendas (electrodomésticos especialmente) para acelerar el consumo a lo largo del 2010 está dando resultados.
Con el aval del gobierno nacional, enfocado a seguir apostando al consumo interno como motor de la economía, numerosas y renovadas promociones, descuentos y financiamiento en plazos que llegan hasta 50 cuotas a tasa cero, el sector financiero consiguió que la evolución del stock de créditos destinado a que las familias consuman se incrementara en un 30% hasta agosto de este año (medido de manera interanual). Las proyecciones para lo que resta de esta última parte del 2010 y primera parte dl 2011 muestran que la demanda de créditos crecerá a una tasa del 35% anual.
El valor surge de la 4º Encuesta Nacional sobre Financiación al Consumo que elabora cada año la consultora Deloitte. En esta oportunidad, la compañía que dirige Miguel Ángel Arrigoni consultó a un universo de 180 entidades, entre bancos, cooperativas, mutuales, comercios con medios de pago propios, de diferentes tamaños.
Esta fuerte recuperación del crédito tiene aristas bien definidas dentro de la macro que hoy se maneja en el modelo económico del gobierno.
* Una positiva que es el acceso al crédito, una pata muy importante en cualquier economía para poder mantener sostenida la demanda. Pero el poco margen que existe hoy para accionar sobre la demanda agregada, debido a que mucha de esta presión, podría trasladarse a precios (inflación).
* La mayor parte de los créditos que salen del sistema financiero, regulado por el Banco Central, sigue apuntando al consumo. Los fondos disponibles para este segmento de la economía son, por lo general, de muy corto plazo y con tasas superiores al 40% anual (algunas llegan hoy al 180% anual). Dato interesante: el promedio de los créditos personales no supera los 2.500 pesos. En este escenario, sigue sin aparecer el crédito de mediano y largo plazo para capital de trabajo, que es el que podría compensar en definitiva esta presión que hace la demanda agregada sobre el mercado.
En el avance de los créditos personales pesan el boom de las cuotas sin interés, los descuentos bancarios y el mayor protagonismo del segmento de los jubilados en la cartera, que fue lo que impulsó hasta ahora el crédito del consumo. Así y todo, la suba es prácticamente equivalente a la inflación estimada.
Proyecciones
El estudio, con datos hasta marzo de este año, proyecta que el stock total de créditos a este segmento a agosto se ubicaría en 56.792 millones de pesos. De acuerdo con la consultora, del total el 84% pertenece a las entidades financieras reguladas por el Central y se explica por medio de los préstamos personales y los consumos con tarjetas de crédito.
Otro 4%, unos 2.700 millones, se concentra en el mercado de capitales a través de los fideicomisos financieros y el 12% restante, unos 8.200 millones, está en retailers, mutuales y demás entidades no constituidas bajo la ley de Entidades Financieras.
La cifra se ubica muy por encima de lo registrado a agosto del 2008 -cuando el stock alcanzó 39.876 millones de pesos-, aunque el porcentaje de la suba (30%) es casi equivalente a la inflación estimada por privados, que está situada en un piso de 25% anual.
En esta línea, en la consultora explicaron que "no se ha crecido en la cantidad de clientes que entran al sistema, por lo que todavía queda un enorme margen de habitantes por bancarizar".
Aseguraron que de "los nuevos jubilados" que llegaron el año pasado al sistema, con el ingreso de más de dos millones de pasivos, muy pocos han incursionado en la toma de créditos personales. "Los clientes, por ahora, son lo mismos", asegura el informe de la consultora.
No obstante, en Deloitte prevén que a marzo del 2011 el crecimiento estará por encima del 35%.
Durante la presentación del trabajo, destacaron que el segmento de jubilados ha ganado un peso importante en la cartera crediticia, sobre todo desde los bancos.
En rigor, las entidades financieras ya destinan el 20% de su cartera a este sector. "El aumento en los haberes de los jubilados fue un motor importante para dinamizar los créditos al consumo y tendrán cada vez más incidencia en estas carteras", explicó Guillermo Barbero, socio de la consultora.
Por otra parte, también se destacó que para lo que resta del año y al menos en la primera parte del 2011 las entidades seguirán colocando toda la línea de fuego para avanzar en este tipo de financiamiento apostando a tomar ganancias con el amplio diferencial que existe hoy entre las tasas pasivas y activas (especialmente para este segmento) dentro del sistema.
(Redacción Central)