Para el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (Miplan), "no hay planes de desarrollo y ordenamiento territorial de nivel nacional" y "los que existieron a mediados de siglo (pasado) y contaron con el apoyo y participación popular no fueron, por diversas causas, sostenidos en el tiempo" (su titular sólo destacó el "segundo plan quinquenal" y no aludió a ninguno de los del cuadro adjunto).
Ahora se intentará revertir los desequilibrios mediante la "Política nacional de desarrollo y ordenamiento territorial", teniendo en cuenta que "hay recursos naturales y humanos" y las regiones ricas y pobres, reflejo del contexto internacional centro-periferia.
Julio De Vido, titular de la cartera, reconoció en este sentido cuatro grupos cuyas fortalezas y carencias se reflejan en sus redes viales, provisión de agua potable y servicios de desagües cloacales:
? El de mayor nivel de desarrollo relativo, compuesto por la ciudad autónoma de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos.
? El que siempre fue identificado como el de las provincias "ricas", en el que incluyó a Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Mendoza, San Juan y San Luis.
? El del Noroeste (NOA), que a pesar de su diversidad geográfica e innumerables producciones tiene fuertes desigualdades, como Jujuy, Tucumán, Salta, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero.
? El del Noreste (NEA), o sea Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones, cuya producción primaria tiene bajo valor agregado, pero que en el contexto del Mercosur puede desempeñar un papel de enlace muy importante con las ciudades y regiones brasileñas.
En la citada cartera admitieron que "es una injusticia y un obstáculo para el desarrollo del país" que una gran proporción de la población esté excluida y no alcance a cubrir sus necesidades básicas en salud, educación y vivienda.
Para contrarrestar semejante situación, definieron objetivos a largo plazo para "morigerar los desequilibrios descriptos y sustentar políticas de desarrollo nacionales, provinciales, municipales y sectoriales".
Como año meta se fijo el 2016, cuando se cumplirá el Bicentenario de la Independencia nacional.
La propuesta oficial y sus diversos instrumentos y metodologías volvieron a apuntar a la creación del remanido "gran pacto social" -tantas veces anunciado y publicitado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner- para "diseñar el futuro territorio del país y adecuarlo a la modernidad y a la competitividad impuesta por el nuevo entorno mundial".
El instrumento de intervención permanente será el "Sistema nacional de desarrollo y ordenamiento territorial" (Sindor), concebido como "un conjunto de actores, instrumentos, planes y proyectos articulados entre sí, orientado al cumplimiento de los objetivos del desarrollo y ordenamiento territorial".
Existe la promesa de que las acciones planteadas deberán ser ejecutadas en forma flexible y descentralizada por los diferentes actores participantes. A pesar de la ejecución descentralizada de los proyectos, el Miplan va a monitorear y evaluar en forma permanente todas las acciones previstas.