Los pasivos del Banco Central de la República Argentina llegaron a valores récords en lo que va del año. Pero incluso el incremento de la deuda de la entidad crece mucho más deprisa que las reservas internacionales que respaldan parte de esa deuda; en concreto, cuatro veces más.
Es que los pasivos financieros amplios crecieron entre enero y agosto de este año alrededor de 40.000 millones de pesos (aproximadamente 10.300 millones de dólares).
Los pasivos financieros amplios refieren a las siguientes partidas: la base monetaria, las letras y notas del Banco Central y los pases netos.
Como contrapartida, las reservas internacionales que tiene la entidad monetaria crecieron durante el mismo período en alrededor de 2.500 millones de dólares. Esto es, los pasivos del Banco Central crecieron cuatro veces más que las reservas internacionales.
Respecto del stock de letras y notas, éste asciende a un monto cercano a los 68.000 millones de pesos. Dicho monto supera el máximo observado en el 2007 en 10.000 millones de pesos.
Pero si tenemos en cuenta también el stock de pases netos (deuda de corto plazo que tiene el Banco Central con los bancos comerciales), que asciende a 12.700 millones de pesos, entonces los "pasivos no monetarios" llegan al 40% de las reservas internacionales.
Esta evolución de las variables monetarias se explica por la decisión del gobierno central de mantener el tipo de cambio en niveles "cuasi fijos", de modo que las reservas internacionales que entran al país por la liquidación de las exportaciones, principalmente de cereales, son absorbidas por el Banco, viéndose obligado el organismo monetario a esterilizar los pesos que emite como consecuencia de aquella adquisición de los dólares por las exportaciones.
Pero otro factor que explica este hecho es la emisión de pesos que le demanda el Tesoro Nacional para financiar el gasto del gobierno nacional.
El BCRA, para comprar dólares y sostener el tipo de cambio, emitió alrededor de 30.000 millones de pesos en lo que va del año y unos 4.500 millones emitidos para financiar al Tesoro por giros de utilidades.
De este total, la autoridad monetaria esterilizó por medio de la emisión de deuda de corto plazo, en forma de letras y notas, cerca del 60%.
(Redacción Central)