Cruces y más cruces. El clima entre el gobierno y los empresarios es cada vez más complicado. En los últimos días hubo nuevos cruces entre funcionarios del gobierno y los hombres de negocios. La última reunión que mantuvo la cúpula de la Unión Industrial Argentina fue un claro ejemplo de ese mal clima. Pese a que hay dirigentes que presionan para ser más "benévolos" con el gobierno, la línea dura está cada vez más firme dentro de la central fabril.
"El panorama es realmente preocupante. Aquí se está deteriorando muy fuerte el clima de negocios, que es cada vez más frágil, más incierto", resaltó uno de los principales integrantes del Consejo Directivo de la Unión Industrial.
De allí es que los dirigentes industriales empezaran a tender redes y contactos cada vez más fluidos con diversos sectores de la oposición política. "Está claro que el idilio de los industriales con este gobierno ya pasó. Ahora son muchos los que ven con preocupación los temas en los que no hay solución, como por ejemplo las presiones gremiales, la toma de plantas, el aumento de los costos", apuntó el dirigente.
Final incierto. La representación de Argentina ante el Fondo Monetario Internacional continúa en una situación muy incierta. Hace muy poco tiempo se nombró a Alfredo Mac Laughlin como representante argentino ante el FMI. Pero ese funcionario tiene serias diferencias con el titular del Ministerio de Economía, Amado Boudou.
El problema es que Mac Laughlin, según dicen, quisiera apurar el camino para renovar la relación con el organismo multilateral.
Sin embargo desde Economía le responden que aguarde, que las directivas las marca la Quinta de Olivos y las ejecuta después la cartera de Boudou. "Nosotros ya fuimos claros con respecto al Fondo. Somos parte del organismo, pero no vamos a tener una relación más estrecha. No la queremos ni la necesitamos", agregó un importante funcionario de Economía.