Ahora las firmas deberán basarse en una nueva clasificación para definirse como pequeñas, medianas o grandes empresas.
El Ministerio de Industria definió límites más flexibles, de modo de llegar a una mayor cantidad de beneficiarios con los planes y programas de financiamiento disponibles a nivel nacional.
La definición utilizada por el ministerio diferencia a las pequeñas de las medianas y grandes empresas en función al nivel de facturación que presentan las firmas. Así, con el monto de ventas totales (promedio de los últimos tres ejercicios) se puede definir a qué clasificación pertenece una empresa.
Este límite es diferente según el sector de actividad.
Algunos programas que ofrece la Secretaría Pyme del Ministerio de Industria (Sepyme), así como otros regímenes financieros estatales, imponen como condición no traspasar determinados límites de facturación anual.
Con esta nueva normativa, muchas firmas que habían quedado relegadas por el crecimiento de su facturación en los últimos años ahora podrían seguir participando del financiamiento, entre otros beneficios, que ofrece el organismo oficial.
Además, la Sepyme agrega dos medidas adicionales: la primera es que en el cálculo del nivel de ventas de la empresa para comparar con el límite oficial se permite deducir de las ventas totales de las exportaciones realizadas hasta un máximo del 35%.
La segunda medida establece que una vez que la empresa demuestra su calidad de pyme ante un programa público mantiene tal condición durante 24 meses, independientemente de la evolución efectiva de sus ventas.