Los acuerdos de aumentos de salarios firmados por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada mostraron divergencias según el sector.
Los incrementos reconocidos, a través de los convenios colectivos, se encuentran entre el 21% anual para la administración pública nacional y llegan hasta el 35% anual para gastronómicos y el sector alimenticio.
Al mismo tiempo, es de destacar que los bienes y servicios englobados en el sector alimentos y bebidas son los que mayor suba registraron en los meses de abril, mayo y junio pasados, tanto para las estimaciones privadas como para el Indec.
Desde el gobierno se descarta cualquier tipo de política oficial que habilite la reapertura de los acuerdos salariales ya cerrados, al menos hasta el primer semestre del 2011. Es que los sectores que menores aumentos registraron están ejerciendo presión para que la inflación no les achique poder de compra.
Así lo reclama, entre otros, el sector bancario. Este gremio ya recibió un incremento del 25% anual y hoy considera que el nivel acordado en abril pasado es insuficiente y superado por la inflación.
De ahí que los acuerdos firmados con el gobierno hoy se muestren "débiles" frente a las nuevas ofensivas gremiales y el año electora que se avecina.
Desde el Ejecutivo aseguran que estos nuevos aumentos salariales para el año en curso -un promedio del 28%- no tendrán un efecto inflacionario. La presidenta solicitó a los empresarios que "no trasladen a precios las nuevas subas salariales", lo que confirma la preocupación del Ejecutivo respecto de las consecuencias que pueda llegar a traer esta política sobre los asalariados.